Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 597

Sofía probablemente nunca imaginó que, en el primer día de su regreso a la ciudad A, la aguardaría esta situación tan caótica.

—Alejito no se enamoraría tan fácilmente de alguien, y este matrimonio fue impulsado por Doña García; no fue una elección de Alejito.— Sofía se defendía en voz baja.

Salvador estaba completamente resignado y sabía que no tenía sentido insistir.

Que ella lo comprenda por sí misma.

Cuando alguien está atrapado en un ciclo interminable, es difícil ofrecerle ayuda.

—Creo que a Doña García no le agrado, ni siquiera quiere probarse las joyas que le obsequié. Salvador, ¿crees que soy tonta, que no soy apreciada? Últimamente, he estado pensando que solo soy la hija de una niñera y que, en vuestro círculo, seguramente muchos se burlan y me desprecian. ¿Tú también desprecias mi origen en tu corazón?— preguntó Sofía, con el rostro pálido.

Hay algo que realmente no logra entender.

Ana creció en un pueblo y, aunque es la legítima señorita de una familia acaudalada, sus padres biológicos están ahora en bancarrota, se dice que viven en condiciones precarias.

Esta situación familiar, ¿no es acaso muy similar a la de Sofía?

Sin embargo, ¿por qué Doña García quiere tanto a Ana?

Nunca ha visto a Doña García tan cercana a alguien, ni siquiera con Alejandro.

Es como si Ana fuera su propia nieta.

El corazón de Salvador comenzó a doler lentamente; detuvo el coche al lado de la carretera.

Luego, casi con un tono feroz, exclamó con ira: —¡Sofía, no eras así antes! Mira en lo que te has convertido: una persona que no se atreve a enfrentar la realidad y que es extremadamente insegura. ¿Es realmente tan grave? ¿Sin Alejandro no puedes seguir adelante? ¡Mientras yo esté aquí, nadie se atreverá a burlarse de ti! Pero si continúas así, te aseguro que todos te ridiculizarán y despreciarán.

Si no fuera porque conoce a Sofía desde que eran niños, ahora la habría echado del coche.

Sofía, como si despertara de un sueño.

Ana negó con la cabeza, —No es necesario, eso es tu privacidad.

Frente a Sofía, Ana y Alejandro se conocían por menos de medio año, y ella tenía autoconciencia.

Viendo que Ana realmente no le daba importancia, Alejandro entrecerró los ojos, desabrochó dos botones de su camisa, y bajando la mirada hacia Ana dijo: —No me digas que no has notado que Sofía me quiere.

Si ella no lo hubiera notado, ¿habría evitado dejar rastros y distanciarse de él en Venturis?

Ana no esperaba que Alejandro fuera tan directo, —La intuición de una mujer es muy precisa, la primera vez que vi a Sofía en Venturis, pude sentir sus sentimientos hacia ti.

—¿No tienes curiosidad sobre lo que pienso de ella?— alzó una ceja Alejandro.

Desde que supo que Sofía había regresado a ciudad A, hasta el reciente encuentro en Casa García, el ánimo de Ana no había cambiado en absoluto.

¿Realmente no le importa si él podría llegar a gustar de otras mujeres?