Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 603

¿Cómo es que el señor García no le ha dicho algo tan importante como su cumpleaños a la señora García?

Después de reflexionar un rato, Antonio suspiró de nuevo: —Ay, la situación del señor García es realmente triste; durante estos años, solo ha celebrado su cumpleaños con doña García. Pero este año es diferente, tiene a la señora García para celebrarlo juntos.

¿No es esto suficiente para sentir lástima por el señor García?

Antonio se considera bastante astuto.

—Hemos reservado un restaurante para esta noche, gracias por recordármelo, Antonio. Hoy no queremos molestar a la abuela.

Tras colgar, Ana aprovechó el tiempo de la pausa del almuerzo para ir al centro comercial de enfrente a buscar un regalo.

El centro comercial ofrecía una variedad de artículos, como ropa de hombre, bolsos y otros.

Por un momento, Ana dudaba sobre qué regalo de cumpleaños sería el adecuado para Alejandro.

Si hubiese sabido dos días antes, habría tenido más tiempo para elegir con calma.

La ropa de Alejandro era exclusivamente de alta costura hecha a mano.

De repente, vio dos juegos de pijamas para parejas en el escaparate.

Estaban adornados con un bordado de un ciervo muy encantador en el pecho.

¿Cómo lucirían si ella y Alejandro vistieran la misma ropa en casa?

Mejor dicho, ¿cómo luciría Alejandro con este tipo de pijama?

No se atrevía a imaginarlo.

Sin embargo, Ana, para su propia sorpresa, los compró.

Aunque los pijamas no eran típicos regalos de cumpleaños, al final escogió un anillo que podía ser personalizado en el momento.

Diseñó un patrón que simbolizaba la paz y grabó: Feliz cumpleaños.

El artesano era hábil, y el diseño resultó casi idéntico al que ella había propuesto.

Aunque no era costoso, el regalo estaba lleno de sinceridad.

—

¿No deberíamos temer al poder, verdad?

Beatriz miró atónita a los dos hombres frente a ella. —Si... si me quedo, tal vez el señor Mauricio no encontrará a nadie en el país que se atreva a contratarlo para una película.

Para Mauricio, su carrera en el espectáculo era vital; si ya no pudiera actuar en películas, sería tremendamente injusto para él.

—No puedo arruinar la carrera del señor Mauricio, ni la tuya, señor Bruno. No puedo ser tan egoísta, y además, mis problemas recientes han afectado mi desempeño laboral, realmente no debería quedarme, lo siento mucho.

Mauricio, sabiendo que Beatriz había decidido irse, guardó silencio un momento antes de responder: —No he aceptado tu renuncia, pero puedes tomarte un mes de descanso, arregla tus asuntos personales durante ese tiempo. En cuanto a la carrera de Bruno y la mía, también cambiará en un mes. Cuando ese tiempo pase, puedes volver.

—Sí, sí, toma un mes de descanso primero,— Bruno rápidamente estuvo de acuerdo.

Miró a Mauricio de reojo, ¿darle un mes de descanso?

Él incluso había fijado el tiempo, parece que estaba muy seguro.

Beatriz solo pudo aceptar la propuesta.

Ahora, enfrentaba otro asunto aún más complicado.