Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 751

Ahora todos comentan que detrás de Manuel hay un equipo de relaciones públicas impresionante, y seguro que Alejandro tiene algo que ver.

Si Alejandro lo hubiese ayudado antes, Manuel ya sería un actor consagrado.

No, definitivamente ya sería un actor consagrado, ¡con un futuro prometedor! Si la familia González contase con el respaldo de los García, sin duda podrían recomenzar y, en la ciudad A, se convertirían en la familia más poderosa después de los García.

Pero ahora, por su negativa a trabajar para ellos, viven como mendigos.

—¡Anita! Ay... me duele el estómago, me duele todo el cuerpo... me duele mucho, llama al médico rápido, son unos médicos incompetentes, me van a matar, quiero salir del hospital, quiero trasladarme, mi hija viene, ella me llevará a otro hospital, ¡rápido, que venga el médico...!

Laura grita de dolor.

—¿Qué esperas? ¡Ve a buscar al médico para que nos ayude con el traslado!— Gustavo le grita a Ana.

—¡Rápido! Si no nos ayudas con el traslado, ¡serás la responsable de la muerte de mamá!— Sergio también grita.

Los tres gritan de forma más exagerada que en una telenovela.

—Los únicos responsables de su muerte son ella y ustedes, yo no tengo nada que ver. Si buscan chantajearme moralmente, hablen con Carmen.

Ana responde con una risa fría; siempre encuentran la manera de superar límites y expectativas en su presencia.

Al principio, otros pacientes y sus familiares estaban confundos sobre la situación de esta familia, pero tras ver aparecer a estos dos hombres y escuchar sus palabras, quedó confirmado, ¡se lo merecían!

Todos ellos merecían un castigo y claramente tenían malas intenciones.

Una joven observando a Gustavo y Sergio de repente recuerda, —Te conozco, Sergio, ¡toda tu familia es patológica! Una amiga mía te admiraba, pero este es el trato que das a tus padres. ¡Qué sinvergüenza! Ahora lo entiendo todo, esta señorita, aunque pariente por sangre, no ha sido bien tratada por ustedes, ni siquiera la criaron, y ahora solo buscan explotarla. ¡Qué descaro!

—¡Tú!— Ambos dijeron al unísono.

La voz de Ana era fría, —Hace tiempo que quería hacer esto.

—¡Tú! ¡Tú!— Sergio quedó atónito ante la presencia de Ana.

Gustavo percibió en Ana una ferocidad similar a la de Alejandro.

Ana empujó a los dos hombres y se dirigió hacia la salida.

Justo cuando intentaban seguirla, vieron a Alejandro parado en la entrada.

La mirada gélida de Alejandro era aterradora, haciéndoles sentir como insectos a sus pies.