Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 776

—El señor Bruno llegó, está cuidando al señor Mauricio, podemos irnos ya.

Beatriz se abrochaba el cinturón de seguridad mientras hablaba.

Ana reinició el coche y emprendieron el viaje.

En el trayecto, Beatriz retomó la conversación, —El señor Mauricio ha estado libre de trabajo estos días, por lo que yo también he tenido vacaciones. Si te encuentras ocupada con el trabajo y surge algún asunto con la señora Elena, puedes contar conmigo para ayudar.

Ana le sonrió en respuesta.

Pronto, dejaron a Beatriz en su destino.

No mencionaron el encuentro con Alejandro y Bryan en el restaurante hasta que se bajaron del coche.

Tras salir del vehículo, Beatriz no regresó directamente al complejo residencial, sino que compró dos botellas de yogurt en la tienda de conveniencia cercana.

Bebió un poco del yogurt fresco antes de entrar al complejo.

La brisa nocturna soplaba suavemente.

Aunque Beatriz había estado de ánimo sombrío, ahora se sentía mucho mejor.

Poco después llegó a casa.

Justo cuando abrió la puerta para entrar.

De repente, alguien la agarró del brazo.

Al instante siguiente, fue empujada contra la fría pared de azulejos.

Un escalofrío recorrió su espalda.

Justo cuando estaba a punto de gritar por ayuda, vio que la persona que la sujetaba era Bryan y se detuvo a tiempo.

—Bryan, tú...

Bryan había bebido, el olor a alcohol era fuerte y su mirada sombría la intimidaba.

Era la primera vez que veía este lado de Bryan y no pudo evitar sentir pánico.

—¿Tan pronto después de nuestro divorcio ya estás con Mauricio?

—¿Qué?

¿Ella con Mauricio?

Ella solo era empleada del señor Mauricio.

—¡Bryan!

Bryan conocía cada rincón del apartamento.

La llevó directamente a la habitación.

—Dije que me demuestres que no has tenido relaciones sexuales con Mauricio. Beatriz, no pruebes mi paciencia. Sigues siendo mujer de Bryan, ningún hombre puede tocarte, ¿lo entiendes?!

Cuando Bryan dijo esas palabras, su aura parecía estar impregnada de una energía violenta.

Estaba celoso y tenía una fuerte sensación de posesividad.

Beatriz pensó que había escuchado mal, —¿Bryan, sabes lo que estás diciendo? ¡Nos hemos divorciado, ya no tenemos nada que ver el uno con el otro! Mi relación con el señor Mauricio es solo de trabajo, aunque tuviéramos algo más, no tienes derecho a interferir, mucho menos a irrumpir en mi casa y exigirme pruebas.

Bryan se arrancó la corbata.

También se quitó la camisa y se lanzó hacia Beatriz en la cama.

Beatriz no logró esquivarlo, y fue firmemente presionada por un Bryan furioso.

Bryan comenzó a rasgar su ropa.