Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 823

En el set de filmación.

Cuando Ana llegó, justo había terminado una escena.

Mauricio se desprendió instantáneamente de su papel de asesino despiadado y volvió a ser el Mauricio de siempre, caminando hacia Beatriz.

Al ver el termo que Beatriz le entregaba, sus ojos se iluminaron con una sonrisa tierna.

Ana observó esta escena detenidamente.

—¡El señor Mauricio actuó tan bien que me asustó! —Exclamó Beatriz, cuyos ojos brillaban con admiración hacia Mauricio.

Ella ve a Mauricio actuar casi todos los días y, aún así, el impacto de verlo en persona continúa sorprendiéndola.

Ver actuar a Mauricio realmente te hace sentir como si estuvieras en la escena, como si él realmente encarnara al personaje.

¡Ay, ay, ay! Mauricio es verdaderamente su ídolo.

Al ver el brillo en los ojos de Beatriz, Mauricio sonrió con complicidad: —¿De verdad te asusté? La próxima escena es una pelea entre Manuel y yo; vamos a terminar cubiertos de heridas, será bastante sangrienta. Podrías volver al hotel a descansar y regresar en dos horas.

—Jaja, no soy tan miedosa como para abandonar mi puesto.

Mientras conversaban, no se percataron de la presencia de Ana.

Ana miraba a Mauricio con significado profundo.

Fue la mención de Manuel lo que los hizo darse cuenta de su presencia.

—Anita, ya llegaste.

—Ana, ¿acabas de llegar? ¡No viste la escena del señor Mauricio, fue impresionante! —Beatriz se acercó rápidamente a Ana y comenzó a elogiar a Mauricio sin reservas.

Su tono estaba lleno de admiración hacia su ídolo.

Al escuchar esto, Mauricio mostró una sonrisa más indulgente.

Ana sonrió y dijo: —Qué pena, pero quizá pueda ver la siguiente escena.

—Mejor no, no quiero asustarte. Verlo en vivo es diferente a verlo en pantalla; mejor vayan a dar un paseo por los alrededores. —Manuel intervino rápidamente.

Pronto estaría cubierto de sangre y con heridas falsas por todo el cuerpo; no quería asustarlas.

Francisco seguramente me mataría si te asustas y lloras por venir a ver el rodaje.

Beatriz preguntó asombrada: —¿Y si vende el objeto? ¿Eso no la pondría en problemas?

—No será tan fácil de vender. —Dijo Ana.

Beatriz frunció el ceño: —¿Debería hablar con Belén?

Decidida, envió un mensaje.

Pero al instante apareció como bloqueada.

—¡Me ha bloqueado en la cuenta!

Ana también revisó su WhatsApp: —Me ha bloqueado a mí también.

—¿Belén ha perdido la razón? ¿Querer quedarse con algo que no le pertenece? Y peor aún, si es un objeto maligno. —Dijo Beatriz incrédula.

Ana solo frunció el ceño.

De repente recordó una escena que había visto en la cafetería: —¿Has tenido contacto con Bryan últimamente?