Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 851

Ana genera confianza en las personas sin darse cuenta.

De vez en cuando, Alejandro miraba a Ana con una mirada concentrada y cuidadosa, como la de un hombre observando a la mujer que ama.

Esta situación alarmaba a Carolina, la alianza natural a través del matrimonio entre las familias Jiménez y García podría verse interrumpida por la presencia de Ana.

Tras la llegada de Ana, Carolina la guió por la Casa Jiménez, descubriéndola capa tras capa.

La Casa Jiménez era casi tan grande como la residencia de Marta.

Cada nivel requería bastante tiempo para ser recorrido.

Al llegar al tercer piso, donde Melchor guardaba su colección privada, la expresión de Ana se tornó más seria.

El primer objeto que encontraron fue un cuadro por el que Patricia y Fernando habían competido en una subasta: —Hay un problema con este cuadro, bájenlo y entréguenmelo más tarde.

—Está bien. —Respondió Carolina, tomando una foto del cuadro antes de pedir a un sirviente que lo retirara.

Luego envió la foto al grupo de chat familiar.

Ana observó nuevamente.

No hay problema.

—Aparte de esto, no hay otros objetos malditos.

Carolina suspiró aliviada: —Eso es un alivio.

—Pregunta a Patricia sobre una antigüedad que compró recientemente en la subasta. ¿Dónde está almacenada ahora? —Continuó Ana.

Carolina asintió e inmediatamente transmitió las preguntas de Ana a Patricia a través del grupo de chat familiar.

Tras enviar la información, Carolina observó que ya se había formado un lío en el grupo familiar.

Esto se debía a que la pintura había sido un regalo de Patricia para Melchor.

Todos estaban reprendiendo a Patricia.

Durante todo esto, Alejandro se mantuvo al margen en silencio, observando cómo Ana manejaba la situación con calma, sus ojos revelando un atisbo de ternura.

—Toma este talismán por ahora, y más tarde, llévalo al hospital para que Melchor lo conserve. Después de dos meses, este talismán ya no será útil. —Dijo Ana mientras sacaba un talismán envuelto de su bolso y se lo entregaba a Carolina.

[¿Sabes algo sobre la relación entre Alejandro y Ana? No parece usual, y en los años que te has ido, parece que Alejandro no querría esperarte más. Esta Ana podría convertirse en tu mayor obstáculo para casarte con Alejandro.]

Patricia respondió rápidamente: [Ana no será un obstáculo para mí.]

Una frase simple que reflejaba el orgullo de Patricia.

Y la ambición de Patricia.

Carolina sonrió, las mujeres de la familia Jiménez nunca se dan por vencidas fácilmente.

Además, en la ciudad A es difícil encontrar otro Alejandro.

Pronto llegaron a la casa de Patricia.

La villa estaba en ruinas a causa del incendio.

Aún había trabajadores bajo la supervisión de los sirvientes limpiando lo que quedaba de la villa.

Carolina preguntó dónde estaba el objeto y de inmediato pidió a los sirvientes que los llevaran a la habitación de Patricia.