Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 853

Ana asintió: —Pensar así muestra que ya lo has superado.

—No es para tanto, ¿qué hombre no ha sido herido? No se cuenta como hombre sin haberse roto los huesos al menos dos veces. Comparado conmigo, tus heridas son menores. —Dijo Pablo, levantando ligeramente la barbilla con orgullo.

¡Ver a Ana elogiar a otro no le agradaba en absoluto!

¡Él también había progresado mucho últimamente!

Ana notó los pensamientos de Pablo y, conteniendo la risa, dijo: —Tienes razón, eres el chico más valiente que he conocido y un buen aprendiz. Definitivamente sabes cómo mantener la calma cuando es necesario.

—¡Por supuesto!

Desde ese momento, Pablo estuvo muy emocionado con su trabajo durante todo el día.

Su actitud positiva en el trabajo sorprendió a muchos de sus colegas.

Durante el descanso de Ana, Fernando le preguntó en secreto: —¿Qué pasa con Pablo hoy?

Normalmente aprovecharía cualquier oportunidad para holgazanear, pero hoy está activo y diligente, no parece el mismo de siempre.

Ana sonrió y dijo: —Quizás ha madurado.

Fernando asintió repetidamente tras escuchar esto.

Cuando un hombre dice que va a madurar, puede hacerlo de la noche a la mañana, y de hecho, su actitud hacia el trabajo cambia significativamente.

Fernando pensó en esto y se sintió envidioso, ¡finalmente viendo a Pablo madurar!

...

Media hora antes de terminar el trabajo, Marta llamó a Ana, pidiéndole que pasara por Casa García después del trabajo.

Ana, preocupada por la salud de Marta, se apresuró allí después del trabajo.

Al llegar, vio que Alejandro también estaba allí.

—¡¿Una boda?! —Ana se sintió sorprendida.

¿Cómo se le ocurrió de repente organizar una boda?

Ella y Alejandro estaban planeando divorciarse, una boda no podría ser una realidad, incluso había firmado un acuerdo inicialmente sobre mantener su matrimonio en secreto.

Alejandro, viendo la cara sorprendida de Ana, frunció el ceño brevemente y dijo: —Preparar ahora, la fecha se anunciaría en un año, es el momento perfecto para escoger el vestido de novia.

—Está bien, entonces miraré los vestidos. —Ana justo había visto a Alejandro fruncir el ceño, pensando que Marta probablemente no sabía que Alejandro quería divorciarse de ella.

Así que ella todavía estaba felizmente ayudándolos a preparar la boda.

Para no hacer evidente ante Marta sus pensamientos, Ana se puso a mirar los vestidos de novia seriamente.

Marta, sonriendo de nuevo, dijo: —Elige varios, los enviaremos a la Villa Estrella de Mar para que los pruebes tranquilamente, y si después de probarlos todos no estás satisfecha, podemos traer a un diseñador extranjero. Estos vestidos son de algunos diseñadores, y que estén aquí significa que nadie los ha usado antes, el vestido de novia de nuestra Anita tiene que ser único.

Ana se sintió emocionada, Marta realmente la trataba muy bien, y de repente se sintió mal por continuar engañando a Marta.