Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 892

Sofía mordió su labio.

Su corazón comenzó a latir más rápido.

¿Acaso, después de que ella se fuera, Alejandro realmente le contó a Salvador sobre ella?

¿Realmente Alejandro quería que ella cayera en una situación donde todos la rechazaran?

¿Por qué su corazón era tan cruel?

Con el rostro completamente pálido, negó con la cabeza: —Salvador, ¿te arrepientes de estar conmigo? Si te arrepientes, me voy ahora mismo.

Salvador pisó de golpe el freno: —¿Solo porque viste a Alejandro una vez, quieres terminar conmigo? ¡Sofía! ¿Para ti sigo siendo solo una opción secundaria, verdad?! ¿Acaso no has visto la forma en que Alejandro trató a Ana?

Sofía se sorprendió mucho, pero rápidamente reaccionó.

Las palabras que había intercambiado con Alejandro, probablemente él las había escuchado, pero no se las contó a Salvador.

De lo contrario, Salvador no estaría reaccionando de esta manera.

Era como antes, cuando él se preocupaba por el interés que ella sentía por Alejandro y la ignoraba a ella.

Pensó por un momento, bajó la cabeza y dijo: —¿Entonces, por qué me preguntas si te estoy ocultando algo?

—Siempre siento que... —Salvador frunció el ceño, como si algo sobre la actitud de Alejandro y Ana hacia Sofía hoy no estuviera bien, pero no lograba entender qué exactamente.

Finalmente, dejó de lado sus dudas y dijo: —Siento que de repente, al estar conmigo, no es porque realmente me quieras.

Al escuchar la respuesta de Salvador, el corazón de Sofía, que estaba en suspenso, finalmente se calmó: —¿Cómo podrías pensar eso? Sabes cómo soy, si antes no me había dado cuenta de que te quería, jamás habría aceptado estar contigo. Y esta vez, fue porque lo entendí y fui yo quien vino a buscarte. Claro que te quiero, Salvador, no solo te quiero, te amo.

Cuando Salvador escuchó la palabra "amar", su alegría fue instantánea.

La miró fijamente: —¡Dilo de nuevo! ¡Sofía, dilo de nuevo!

Sofía sonreía radiante, con los ojos llenos de Salvador: —Te lo digo, Salvador, ¡te amo! ¡La persona que más amo en este mundo eres tú! Salvador, lo prometimos, en esta vida tenemos que estar juntos, y no importa lo que pase, ¡no puedes dejarme!

—Además, Anita tiene dos hermanos mayores y un hermano menor, todos la consienten mucho, así que por favor, no le hagas daño a Anita, porque si no, ellos serán los primeros en oponerse.

Marta insistió.

Alejandro no sabía qué decir.

¿Es esta su abuela?

—¿No tienes miedo de que Ana me haga daño?

—Anita jamás haría daño a nadie, porque ella es muy buena, ¡cómo podría hacerte daño! Y si llegara a hacerlo, ¡seguro que fuiste tú quien primero le hiciste algo! —Marta no dudó ni un segundo en negar las palabras de Alejandro.

Ana, escuchando todo, no pudo evitar sonreír. ¡La abuela tiene razón!

Alejandro sintió que había perdido por completo su posición frente a la abuela.

Especialmente cuando estaba con Ana, su estatus se desplomaba por completo.