Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 894

—Estos últimos días, ellos no han dejado dormir en toda la noche. Las personas que hemos asignado para educarlos, les aseguro que los harán comportarse bien. Incluso cuando vean a una mujer más hermosa, seguirán siendo personas débiles.

Ignacio inhaló profundamente dos veces del cigarro: —No es suficiente.

—Entendido, Señor Ignacio, no se preocupe. El que se atreva a molestar a la hermana del Señor Ignacio, ya les va bien el estar vivos.

—Bien.

Guardó el teléfono en el bolsillo de su pantalón.

Miró la calle llena de coches y gente, luego dio unas cuantas bocanadas más de su cigarro antes de apagarlo.

Al regresar al hospital, recibió un mensaje en su teléfono.

Un archivo.

Decía lo siguiente: [Que el motivo del matrimonio apresurado entre Ana y Alejandro fue gracias a la intervención de la Señora Marta, y que entre ellos no había mucho sentimiento. Hace poco, Ana se mudó por un día, lo que parecía indicar que ambos estaban considerando el divorcio, y que Alejandro estaba interesado en Patricia.]

Ignacio se quedó mirando la palabra "divorcio" durante un buen rato.

...

El país de Piedraplata.

En el set.

Una escena de tiroteo muy intensa finalmente terminó.

Cuando Beatriz corrió hacia Mauricio, notó que él tenía una herida en el cuello.

—¡Mauricio, te has lastimado!

Mauricio levantó la mano y se tocó el cuello, notando que tenía un poco de sangre en la punta de los dedos, no mucha, pero el lugar de la herida le dolía un poco. Con su rostro impasible, dijo: —Es solo un raspón, no es nada grave.

Después de esta escena, había un descanso de media hora antes de la siguiente.

Esas pequeñas heridas nunca le preocupaban.

Sin embargo, Beatriz pensó que la herida era algo grave: —Voy a traer un botiquín para desinfectar la herida de Mauricio. Si no se trata bien, podría quedar una cicatriz.

Al escuchar que era comida de su tierra, los ojos de Beatriz brillaron, y miró a Bruno como si estuviera viendo a un familiar: —¡Comida de casa?! ¡Qué bien, por fin voy a poder comer algo de verdad!

Al principio pensaba que la comida local era buena.

Pero realmente no soportaba comer lo mismo todos los días.

Después de tanto tiempo, ya no podía más.

—Jajaja, no llevas muchos días aquí y ya has perdido algo de peso. Ven, come primero. —Bruno se rió ante la expresión de Beatriz.

Realmente, Beatriz era una persona a la que le encantaba comer.

Mauricio, mirando a Beatriz, le dijo: —Después de que termine la película de hoy, los próximos días no tengo escenas. Puedes ir a mi finca, allí hay comida de mi tierra.

—¿De verdad? ¡Qué bien! ¡Estoy tan emocionada que casi me pongo a llorar! —Beatriz no exageraba, realmente estaba a punto de llorar.

Estos días, de repente, sentía una fuerte nostalgia por su hogar.