Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 908

Ana miró un rato y luego salió del chat privado con Patricia.

Aprovechó para revisar Instagram.

Salvador había publicado algo nuevo en Instagram.

La foto fue tomada en el mismo lugar de la fiesta de cumpleaños de Patricia.

Se podía distinguir la mano de Alejandro.

La mano se reconocía por el reloj en la muñeca.

Parece que en ciudad A, ese modelo de reloj es único.

En la publicación, Salvador escribió: [Una mujer increíblemente tonta y adorable me aseguró que me amaría incluso si no fuera Salvador de la familia Blanco y perdiera todo. Así que, desde hoy intentaré ser simplemente Salvador, no el Salvador de la familia Blanco.]

Estas palabras eran una declaración de amor para Sofía.

También era una forma de decirle a la gente de la familia Blanco que por Sofía, él estaba dispuesto a renunciar a todo.

Parece que, tras abandonar la Casa Blanco, Alejandro y Salvador asistieron a la fiesta de cumpleaños de Patricia.

Ana presionó su sien ligeramente dolorida.

Bajó a tomar un poco de agua tibia.

Luego volvió a dormir.

No había dormido mucho cuando escuchó un ruido a su lado.

Alejandro se subió a la cama y la abrazó por costumbre.

Probablemente no esperaba que Ana se despertara por el ruido.

Al notar que Ana se tensaba, le preguntó con aliento a alcohol: —¿Te desperté?

—¿Qué hora es? —Preguntó Ana.

—Como las tres de la madrugada.

Ana se sentó y dijo: —Tú duerme, yo me acosté temprano esta noche y ahora no tengo sueño. Voy a bajar a leer un poco.

Dicho esto, se bajó directamente de la cama.

—Por ahora no, pero van a desactivar las tarjetas bancarias de Salvador, y él tendrá que arreglárselas sin la ayuda de la familia Blanco. En cuanto a Salvador, confía en poder empezar de nuevo. —Explicó Alejandro.

Ana asintió: —Acabo de ver su Instagram, me sorprende que por estar con Sofía, él esté dispuesto a hacer tanto.

Alejandro respondió con voz grave: —No es algo bueno.

—Cada uno debe asumir las consecuencias de sus decisiones, el tiempo lo demostrará todo. —Respondió Ana seriamente.

A veces, los sentimientos son impredecibles y difíciles de controlar.

Como...

La foto que Patricia le había enviado hace un momento, los sentimientos ambiguos y no declarados de Alejandro hacia Patricia.

No es de extrañar que Patricia estuviera tan segura de sí misma.

A la mañana siguiente, durante el desayuno, Alejandro sugirió ir a un balneario de aguas termales después del desayuno, pero Ana se negó.

—No dormí bien anoche, no tengo energías, mejor vamos otro día.

Alejandro no insistió: —Está bien.