Mi Matrimonio Inmediato con un Magnate romance Capítulo 976

Patricia miró a Alejandro con ansias después de hablar.

Las manos de él eran claramente nudosas, un leve agarre, la sensación que transmitía el contacto entre las yemas de los dedos, la hacía perder el control de sus emociones momentáneamente.

De repente, Alejandro retiró bruscamente su mano.

Luego dijo con una voz helada: —Hay que mirar hacia adelante en la vida.

Patricia se sintió como si hubiera sido golpeada por un rayo.

Su rostro se volvió pálido de inmediato, el comportamiento y las palabras de Alejandro eran como una bofetada que llegaba sin aviso, hiriendo su orgullo.

Ella bajó la vista hacia el anillo en su dedo, luego levantó la mano para acariciarlo suavemente.

Su corazón, inicialmente confundido y agitado, se calmó.

—Es cierto, en la vida siempre hay que mirar hacia adelante, pero hay cosas que han sucedido y existido, solo pueden ser parte del pasado, pero no pueden ser olvidadas,— dijo Patricia con una sonrisa irónica.

Bajo la luz nocturna y la brisa de la noche, parecía extremadamente desolada.

Alejandro, al verla así, frunció el ceño y dirigió una mirada hacia Patricia.

Su corazón, originalmente irritado, por alguna razón se calmó de repente, e incluso recordó cosas que habían pasado años atrás.

En aquel entonces, no era tan capaz como ahora, no tenía esa supremacía sobre todo.

A veces, también se sentía perdido.

—¿Por qué de repente pensaste en regresar al país?— preguntó él.

El entrecejo de Patricia se iluminó con una sorpresa.

Ella notó el cambio repentino en Alejandro.

Habían visto varias veces desde que ella regresó al país, pero cada vez Alejandro había sido distante y desinteresado en su regreso.

Pero ahora él le había preguntado.

Ella bajó la mirada hacia el anillo en su mano, sintiéndose de repente como si debiera haber pedido ayuda a Kenia mucho antes.

—Probablemente porque de repente me di cuenta de que hay alguien esperándome en casa, no puedo seguir perdiendo el tiempo en el extranjero.

Alejandro pausó su acción de fumar.

Silencio.

Patricia vio que Alejandro guardaba silencio y se sintió algo decepcionada, pero no tenía prisa.

En cambio, lo miró lentamente y preguntó: —¿Te gusta Ana?

Al día siguiente.

Ninguno de los dos se despertó temprano a propósito, se levantaron cuando naturalmente despertaron.

Después de desayunar, Ana fue con Alejandro al lugar de la sesión fotográfica de vestidos de novia.

Una vez allí, ella comenzó a elegir un vestido de novia.

De hecho, antes de venir a El país de Piedraplata, el diseñador de la tienda ya le había enviado fotos de los vestidos.

Sin embargo, no pudo decidir cuáles le gustaban más solo por las fotos, así que seleccionó algunos para hacer la elección final en el lugar.

Alejandro, que tiene una figura similar a la de un modelo masculino, lucía un traje de alta costura a la perfección, mostrando exactamente lo que el diseñador quería.

Mientras tanto, los maquilladores no dejaban de elogiar las características y la piel de Ana mientras la maquillaban.

Cuando llegó el momento de la sesión de fotos, Ana y Alejandro se pararon juntos frente al castillo.

Parecían un príncipe y una princesa.

Cuando el fotógrafo tomó la primera foto, les mostró a ambos una vista previa en la cámara.

—¡La calidad de esta foto de ustedes dos es tan buena que no necesita edición!