Mi Pareja Tiene Dos Lobos romance Capítulo 115

La Perspectiva de Catherine

"Me gusta tomar tu mano". Blake sonrió descaradamente.

¿Tuvo que decir palabras tan raras?

"No me gusta. Es incómodo", nunca antes había sido abrazada por un hombre de esta manera y me sentía completamente incómoda, como si estuviera siendo mordida por innumerables. Me picaba.

"Te acostumbrarás", dijo Blake mientras apretaba aún más mi mano.

Sentí su fuerza. Era tan insaciable. Rápidamente le solté la mano. "¡Déjame ir!".

Blake estaba indefenso y tuvo que soltar su agarre. Me apresuré hacia adelante.

Escuché su risa baja que venía desde atrás, y sonaba muy asqueroso.

Estaba aún más abrumada y maldije.

Blake abrió la puerta y me hizo un gesto caballeroso.

Me agaché y me senté en el coche. Luego, una figura alta y fuerte se sentó a mi lado.

El interior del coche ya estaba muy abarrotado, y tan pronto como Blake se sentó, había aún menos espacio.

"Vamos". Con una orden de Blake, el conductor arrancó el coche.

Había una partición en el coche, y el asiento trasero estaba separado del delantero.

Blake giró la cabeza y me miró. Deliberadamente, giré para mirar por la ventana, tratando de ignorar su presencia dominante.

"Vamos a la conferencia de prensa de Leo", dijo Blake.

"¿Por qué? ¿Quieres ver otro rumor sobre nosotros?", pregunté nerviosamente, sintiéndome tensa ante la idea.

Blake sonrió. "No te preocupes. Nunca aparezco frente a los medios".

"Entonces, ¿por qué vamos allí?", pregunté.

"No he estado en la compañía de Leo por mucho tiempo. Podría aprovechar la oportunidad para visitarlo", respondió Blake.

Fruncí el ceño. "Entonces, ¿por qué me arrastras contigo? Tengo que ir a trabajar".

"Podrías ser la Luna de su manada en el futuro. ¿No deberías acercarte y mostrarle preocupación?".

"¿La Luna?". Mi corazón tembló pesadamente. Luego me burlé, "No seré su Luna".

"¿Por qué no? ¡Siempre y cuando te cases conmigo, lo serás!", dijo Blake directamente.

Entré en pánico y mi mente se quedó en blanco. "Pareces muy despreocupado acerca del matrimonio".

"Siempre estoy serio y trato el matrimonio con nada más que seriedad", respondió Blake solemnemente.

"¿Así que me estás proponiendo ahora? Solo tienes sentimientos por mí, y nuestros lobos aún no han descubierto que tú y yo somos compañeros. Proponerme ahora significa que no eres responsable contigo mismo", dije desaprobando.

Blake se rió. "Está bien. Pero no puedes impedir que sea amable contigo".

Me quedé atónita y lo miré. "¿Desde cuándo has sido amable conmigo? ¿Por qué no lo sentí?".

"Desde ahora...". De repente se inclinó, cogiéndome desprevenida al levantar mi barbilla y besarme apasionadamente.

Abrí mis ojos de par en par en shock y apreté mis manos contra su pecho enojada. Pero muy rápidamente, comencé a agarrar su camisa.

Blake luego me soltó satisfecho. Suprimí mi voz avergonzada y dije: "Blake, te advierto. Nunca puedes obligarme de esta manera".

Blake extendió sus manos inocentemente. "Pensé que te gustaba".

"¡Baja y espérame allí! Hablaré con Leo ahora", dijo Blake en voz baja.

Asentí con la cabeza, me di la vuelta y bajé. Elegí un sofá muy suave y me senté. Las flores cuidadas al lado del sofá estaban frescas, hermosas, fragantes y encantadoras.

Después de un rato, Blake elegantemente subió los escalones y bajó paso a paso.

Al principio estaba tranquila. Pero cuando lo vi, no pude evitar ponerme tensa.

Hice todo lo posible por ignorar a Blake, quien era alto y fuerte, pero aún podía verlo de reojo.

"¿Quieres ir al balcón afuera a echar un vistazo? La vista aquí es maravillosa", dijo Blake, su voz tierna y magnética, llena del encanto.

Me levanté y salí caminando. Podía sentir que él estaba detrás de mí.

El sol brilló a través de las nubes y pudimos ver el paisaje de la mitad de la ciudad.

Blake me dijo la verdad. La vista aquí era increíble.

"Luna". Justo cuando estaba inmersa en el paisaje, una voz clara sonó detrás de mí.

Mi cuerpo tembló. Me di la vuelta y vi a Leo parado detrás de nosotros con ropa formal. Sonrió y dijo: "Blake me pidió que te llamara esto. ¿No lo dije mal, verdad? Si estás enojada, enójate con Blake. No tienes nada que ver conmigo".

"¿Cuándo celebrarás la conferencia de prensa?", le pregunté débilmente.

Leo quedó atónito por un segundo, luego levantó la muñeca y echó un vistazo a su reloj de diamantes. "Anuncié que comenzaría a las diez en punto. Nos queda más de media hora".

Fruncí el ceño y dije en voz baja: "Se está haciendo tarde. Tengo que volver al trabajo".

"Sin prisa. Te llevaré al trabajo después de que comience su conferencia de prensa", dijo Blake.

No tuve otra opción más que bajar la cabeza y no decir nada más.