Mi Pareja Tiene Dos Lobos romance Capítulo 124

La Perspectiva de Catherine

Cuando escuché a Gina agradecerme, instantáneamente me sentí a disgusto.

"No te estoy ayudando", la corregí.

Gina se rió desaprobadoramente. "Ahora que todos en tu empresa saben que soy tu hermana, ¿cómo no puedes ayudarme?".

"¿Qué?". No esperaba que Gina hiciera pública nuestra relación. Instantáneamente sentí que me estaba haciendo la tonta. "¿Qué demonios quieres?".

"No hay problema. Solo quiero que me diseñes algunos conjuntos de ropa. Mientras tanto, puedo aprovechar la oportunidad para hablar con la gente aquí". Gina se levantó. "Ya está. Iré a pagar el depósito. Relájate. Tengo mucho dinero".

Cuando regresé a la oficina con cara de enfado, una colega se acercó a mí y preguntó: "Catherine, ¿es Gina tu hermana? Estoy tan celosa. ¡Tienes una hermana que es una gran estrella! ¡Lo sabía! Eres más de lo que aparentas".

"Es cierto. Catherine, tus labios están sellados. Estoy tan celoso de ti".

Mis colegas no tenían idea de lo que estaba pasando. Al mirarlos, sentí amargura.

Mientras tanto, mi relación con Gina se había vuelto viral.

Gina aprovechó el momento en que yo estaba en el centro de atención para exponer nuestra relación, lo cual fue sin duda la jugada más inteligente.

Vi a los internautas discutiendo locamente mi relación con Gina. Estaba tan enfadada. Me di cuenta de por qué Gina vino a mí. Era tan sinvergüenza.

Ya no tenía nada que ver con la Manada Luna Negra. Sin embargo, las manos de Gina estaban atadas y no podía pensar en otra forma de recuperar su popularidad. Así que me utilizó como su escalón de saltos. ¡Qué terrible!

Efectivamente, inmediatamente hubo un video en línea.

Gina llevaba puestas gafas de sol y estaba parada en la entrada del vestíbulo de mi empresa. Estaba rodeada de innumerables periodistas y parecía asustada.

"¿Es cierto que tu hermana era la novia del CEO del Grupo Chávez? ¿Pero no se rumoreaba siempre que tú estabas saliendo con el Sr. Chávez? ¿Puedes decirnos la verdad? ¿Hay alguna historia interna?".

Gina inmediatamente pareció sorprendida. "Absurdo. Vamos. ¿Cuándo salí con el Sr. Chávez? Todo eso es solo rumor".

"Pero no se rumoreaba que el Sr. Chávez fuera tu patrón detrás de escena? ¿Cómo te sientes al respecto? ¿Te sentirías decepcionada de dejar que tu hermana tenga a un hombre tan destacado?".

Gina bajó rápidamente la cabeza. Con la ayuda de sus dos asistentes, caminó apresuradamente hacia el vehículo que estaba estacionado cerca.

Como una artista, Gina ya tenía mucha experiencia en crear expectación.

Ella permaneció en silencio cuando los reporteros le preguntaron sobre los temas sensibles. Esta forma podría despertar su especulación al máximo.

Por lo tanto, ella simplemente no dijo nada. Los reporteros harían más conjeturas salvajes.

Y eso era exactamente lo que ella quería.

Me senté frente a la computadora, mirando a Gina con su cara pretenciosa y escuchando las cosas que decía a propósito. Estaba tan enojada.

Melinda se acercó y preguntó con preocupación: "Catherine, ¿estás bien?".

Me burlé. "Vamos a tu oficina y hablemos".

Entrando en su oficina, dije enojada: "Gina me está utilizando para aumentar su popularidad. Simplemente no puedo aceptar que me utilice de esta manera".

Al escuchar que alguien me estaba comparando con Gina, no pude evitar apretar los puños.

Afortunadamente, al mismo tiempo, Melinda empujó fuertemente la puerta de la oficina y rugió: "¿Quieres trabajar aquí o no? Si no, lárgate. Cualquiera que diga otra palabra sobre algo que no sea trabajo, se atendrá a las consecuencias".

Melinda era muy imponente. Al ser reprendidas por ella, esas personas en la oficina se quedaron en silencio. No se atrevían a hacer ningún ruido en absoluto.

No me quedé más tiempo y salí rápidamente de la compañía.

Me senté en el coche y hice una llamada a Gina, pero nadie contestó.

Sabía que Gina estaba disfrutando de su momento y no quería contestar mi llamada.

Bueno entonces, no tenía opción. Fui personalmente a verla.

Efectivamente, encontré a Gina en su estudio. Pero fui detenida por sus dos asistentes.

"Srta. Wyatt, Gina estaba durmiendo. ¿Por qué no vuelves en otro momento?".

"Dile que no seré tan fácil de hablar la próxima vez que esté aquí", dije fríamente, cruzando los brazos sobre mi pecho.

Los dos asistentes se miraron el uno al otro con consternación.

Gina, que se escondía en la sala de descanso, escuchó mis palabras. De repente abrió la puerta y dijo impacientemente: "Catherine, ¿qué quieres? Entra aquí".

Sabía que ella estaba mintiendo. Intervine. Gina cerró la puerta, su rostro lleno de ira. "Eres una verdadera molestia. No importa lo que haga, no puedo deshacerme de ti. Adelante. ¿Qué quieres?".