Mi Pareja Tiene Dos Lobos romance Capítulo 126

La Perspectiva de Catherine

"Lo pediste". No la compadecí. Tomé el collar y me di la vuelta para irme.

Cuando volví al coche, abrí mi palma y miré el collar. Mi corazón dolía.

Gina se pasó de la raya.

Si no la hubiera visto llorar desesperadamente, la habría abofeteado.

¿Qué debería hacer?

Mi corazón dolía y estaba perdida, así que decidí buscar un lugar para reparar mi collar.

De hecho, había muchas joyerías en la calle principal de Sayreville, y ofrecían servicios de restauración de joyas.

Pero el collar era un importante relicario que mi madre me dejó, y me preocupaba de que no lo tomaran lo suficientemente en serio.

Reflexioné por un momento y fui a Manada Aurora donde Mabel quedaba para encontrar a un artesano allí.

El viejo artesano era un hombre lobo en sus cincuenta años.

"¿Hay algo roto?", me preguntó el viejo artesano con una sonrisa.

Asentí con la cabeza y saqué con mucho cuidado dos piezas de obsidiana rota envueltos en un trozo de papel. "¿Se puede?".

El viejo artesano tomó las dos piezas y las miró cuidadosamente bajo la luz. De repente sonrió. "He visto esto antes... Tal vez hace años. No sé si es el mismo collar".

"¿Has visto uno similar antes?". Me sorprendí al principio, y luego pregunté ansiosamente, "¿Todavía recuerdas a la persona que te lo trajo?".

"Sí. Era un hombre lobo mucho mayor que yo. Mis habilidades de reparación son las mejores en Sayreville, así que muchos lobos de otras manadas vienen a mí para reparar sus joyas. El collar que tienes aquí es diferente del suyo, pero creo que los dos son un par. A juzgar por la artesanía, deben tener unos cien años", murmuró el viejo artesano mientras examinaba la obsidiana.

"¿Un hombre lobo muy viejo? ¿Recuerdas cómo se veía? ¿Es su collar de obsidiana realmente igual que el mío?".

"Tienen la misma forma y ambos tienen un símbolo de luna. Creo que son un par. Todavía recuerdo la artesanía. Los patrones tallados son muy exquisitos. Estoy seguro de que un artesano habilidoso los hizo". Luego, me miró y dijo: "Puedo arreglarlo por ti, pero no quedará tan perfecto como antes".

Le entregué rápidamente el dinero. "¡Gracias! Estaré contenta siempre y cuando pueda ser arreglado".

"¡Vuelve en dos días!".

Sus palabras me hicieron tener esperanza de nuevo.

Si los dos collares fueran un par, tal vez podría hacer algunas investigaciones comenzando desde el collar que tenía. Tal vez podría encontrar a mi familia.

¿Pero de qué serviría?

Alpha Wyatt y mi madre me compraron. Cuando pensé en esto, mi corazón se llenó de tristeza nuevamente.

Mi deseo de encontrar a mi familia se volvió menos fuerte.

Después de enviar el collar a reparar, regresé al coche y escuché que mi teléfono sonaba.

Miré al llamante y mi corazón dio un vuelco.

"Hola", dije, fingiendo ser indiferente.

Como envié el collar a reparar hoy, no volví al trabajo. Fui directamente a casa.

Tan pronto como detuve el coche, escuché a un sirviente gritando: "¡Señorita Wyatt, ¡has vuelto tan temprano hoy!".

Tan pronto como entré en el salón, vi a Howard y a la niña linda en sus brazos.

"¿Qué está pasando?". Puse mi bolso en el sofá y pregunté con una sonrisa, sintiéndome sorprendida.

Cuando Howard me vio, fue como si hubiera visto a su salvadora. Inmediatamente me pidió ayuda. "Catherine, has vuelto justo a tiempo. ¡Rápido! Necesito tu ayuda. Parece que mi hija Ash ha hecho pis. ¿Puedes ayudarme a lidiar con esto? No tengo ni idea de qué hacer...".

Howard me habló tan naturalmente, como si fuéramos tan cercanos. Me quedé atónita y parpadeé. "¿Acabas de decir que ella era tu hija? ¿Desde cuándo tienes una hija?".

"Es una larga historia. Te la contaré más tarde. Ayúdame a lidiar con la situación primero. ¡Gracias!". Un destello de amargura cruzó su rostro.

Yo tenía mucha habilidad para manejar situaciones así. Al ver que Howard estaba a punto de perder la calma, no dudé en ayudarlo.

Sorprendentemente, la pequeña niña, Ash Twitty, estaba muy dispuesta a dejarme sostenerla. Tal vez era porque tenía el resplandor de una madre. En mis brazos, Ash se tranquilizó. Ya no era ruidosa.

Cuando la llevé al baño, Hedwig nos siguió.

Hedwig se apartó y miró a Ash. Luego preguntó seriamente: "Mamá, ella es tan pequeña. Ni siquiera puede hablar".

Me reí. "Así es. También solías ser tan pequeña. ¿Todavía lo recuerdas?".

"No soy tan pequeña como ella. ¿Ves? ¡Soy mucho más alta que ella!". Mientras Hedwig hablaba, caminó deliberadamente hacia Ash y comparó su altura con la suya. Hedwig se sentía tan superior.