Mi Pareja Tiene Dos Lobos romance Capítulo 41

La

Perspectiva de Catherine

Blake me dio dos minutos, pero abrí la puerta deliberadamente diez minutos

después.

"¿Qué más quieres decir? Digas lo que digas, hoy no iré al colegio

contigo. Noah y Hedwig se acostumbrarán". Me paré frente a Blake, con el

bolso en mi mano. Aparté la mirada, sin querer mirarle.

"¿Vas a saltarte todas las actividades de los niños conmigo en el

futuro?", preguntó Blake.

Me volví para mirar su rostro sombrío y sonreí. "Tienes razón. Eso es lo

que he decidido. De todos modos, no dejaré que nadie sepa de mi relación

contigo en el futuro".

"¿No crees que te convertirás en una madre no cualificada haciendo esto?

Aunque Noah y Hedwig se han fortalecido gracias a ti, deben estar esperando que

puedas participar en sus actividades familiares aunque no te lo pidan",

dijo Blake con rectitud, deseando darme una lección.

Fruncí el ceño. Y tuve que admitir que lo que decía era bastante razonable.

Pero...

"Bueno, podemos turnarnos para acompañarles a las actividades. Pero debes

prometerme que nadie sabrá de nuestra relación". No quería en absoluto que

este asunto saliera a la luz. La seguridad de mis hijos era mi máxima

prioridad.

Blake parecía como si no estuviera dispuesto a prestarme atención. Se dio la

vuelta, dejándome con la espalda fría, que no podía permitirme ofender.

Me encogí de hombros y no me importó. No importaba lo que Blake pensara de mí,

nadie podía interferir en la vida que yo quería.

Bajé las escaleras. Noah y Hedwig habían terminado de desayunar y estaban

jugando en el salón.

"Mamá, ¿cómo vas a ir a trabajar? Deberías pedirle un coche a papá",

dijo Noah en voz alta a propósito.

Blake estaba sentado a un lado. Oyó las palabras de Noah y enarcó ligeramente

las cejas.

Me di cuenta de que ni siquiera tenía vehículo, así que tuve que girar la

cabeza y mirar a Blake.

"Dowen, dale un coche", cruzó Blake los brazos delante del pecho y

ordenó fríamente a Dowen.

Dowen fue a buscar la llave del coche y me la entregó con una sonrisa.

"Señorita Wyatt, por favor, cójala".

No me quedé en la ceremonia. Cogí la llave del coche y sonreí a Blake.

"¡Gracias!".

Blake no aceptó mi agradecimiento y giró la cabeza hacia un lado.

Antes de irme, besé cariñosamente a Noah y a Hedwig.

De repente sentí que era algo cruel. Después de pedirle a Blake que me ayudara

a cuidar de mis dos hijos, empecé a disfrutar de la sensación de libertad.

Me dirigí directamente al edificio de oficinas del Grupo Chávez.

Primero fui al Departamento de Recursos Humanos y luego al de Diseño por

disposición de Blake.

"Hola, Catherine. Soy tu superior. Me llamo Melinda Caldwell". Una

mujer lobo de mediana edad me saludó con una sonrisa. Parecía tener la misma

edad que Mabel y parecía amable.

"Hola". La miré nerviosamente.

"No te pongas nerviosa. El King Blake me pidió que cuidara de ti".

Melinda me parpadeó.

Estaba un poco perpleja. ¿Acaso Blake no acababa de prometerme que no le

contaría a nadie sobre nuestra relación? Parecía que Melinda había visto a

través de mi confusión e inquietud, y ella continuó.

"Sé que eres la hija del amigo de Dowen. No te preocupes, no se lo diré a

Me quedé pasmada y luego negué con la cabeza.

Quería ocultar a los demás que tenía dos hijos, sobre todo a los hombres lobo

de la Manada Luna Negra. Gina se había desarrollado bastante bien en el mundo

del espectáculo. Tanto ella como su madre eran poderosas.

Si supieran que estoy criando a mis dos hijos con la última suma de dinero que

mi padre me dio en Pennsylvania, temía que mi vida se convirtiera en un caos.

Afortunadamente, entre las personas que me conocían, aparte de Mabel, sólo

Blake y varios subordinados suyos sabían que yo tenía dos hijos.

No estaba preocupada por Blake. De todos modos, me prometió que lo mantendría

en secreto.

"Catherine, puedes ayudar a Vanessa. Tiene un proyecto y puedes ser su

ayudante con el plan de diseño". Melinda me hizo asistente de una

diseñadora experimentada.

"Claro, Melinda". Asentí.

Melinda le dijo a Vanessa: "Catherine es una recién llegada. Ayúdala cuando

sea necesario".

Vanessa sonrió de inmediato y dijo: "No te preocupes, Melinda. Siempre he

sido amable con los recién llegados".

Melinda asintió y se marchó aliviada.

Piers vio a Melinda salir de la oficina y se acercó a mí con una sonrisa

significativa en la cara. "Catherine, ya que aún no tienes pareja, ¿por

qué no vamos de compras al centro de la ciudad después del trabajo? Vamos a

divertirnos juntos".

Miré su expresión y sentí un poco de asco, pero controlé mis emociones y le

dije con calma: "Gracias, pero no. Pronto encontraré a mi pareja".

"No te pongas nerviosa. Aunque encuentres a tu pareja, también podemos

estar juntos". Las palabras de Piers hicieron que los demás estallaran en

carcajadas.