Mi Pareja Tiene Dos Lobos romance Capítulo 85

La Perspectiva de Blake

Cuando los niños escucharon que habría un picnic mañana, estaban tan felices que corrían de un lado a otro en la sala.

Por ahora, compartía mi habitación con Noah en el segundo piso. Nuestra habitación estaba al lado de la de Catherine y Hedwig.

Me dirigí al segundo piso y me detuve en la puerta de mi habitación. De repente, alguien abrió la puerta al lado de la habitación y no la cerró.

La sensación de haber besado a Catherine esta mañana pasó por mi mente.

Sus labios eran suaves y fragantes, con el dulce olor de la leche. Me volví adicto a besarla de inmediato.

No sabía si era porque no había encontrado a mi pareja durante mucho tiempo. Sin embargo, de alguna manera, sentí que el beso me hizo perder el control en un abrir y cerrar de ojos.

Mi lobo empezó a revolverse de nuevo, y yo también me sentí sofocado. Quise abrir la puerta de un empujón, mientras alguien se me adelantaba.

Catherine se había cambiado de traje y estaba delante de mí con una blusa suelta.

Mi mano, que estaba a punto de empujar la puerta, se congeló en el aire.

Cuando vi los dos botones de su pecho, me excité.

¡Maldita sea! ¿Qué me pasaba hoy? ¿Por qué sentía que tenía un encanto hechizante?

"¿Qué estás haciendo?". Catherine me miró extrañamente y preguntó con calma.

"Tengo algo que hablar contigo", me apresuré a decir.

Aunque en el fondo estaba inquieto, me contuve, aparentando calma.

"¿Qué pasa?". Catherine se apoyó en la pared de al lado y me miró.

"Respecto a Gina, siento que no negocié lo suficiente. Tengo una solicitud adicional". Ya estaba divagando, pero aún podía pensar en algo con calma. ¡Ánimo, Blake!

Los hermosos ojos de Catherine se abrieron de repente y me miró con ligero enfado. "¿No nombraste tu condición esta mañana? ¿Cómo pudiste añadir más?".

"Depende de mí, ¿no?". Alcé las cejas con indiferencia.

Catherine se quedó atónita, aparentemente consciente de lo que quería decir.

"¿No puedes resolver todas las solicitudes de una vez en lugar de retractarte de tu palabra? Dilo. ¿Qué más quieres?". Catherine se comprometió.

"Quiero que seas mi pareja". Aproveché la oportunidad para hacer una petición atrevida y escandalosa.

"¿Qué?". Catherine estaba completamente sorprendida y sus hermosos ojos me mostraban total incredulidad.

"¿Tienes idea de lo que estás hablando? No soy tu pareja. ¿No te lo dijo tu lobo?".

Le dije suavemente: "Sólo tienes que fingir que eres mi pareja. No te pediré nada más".

"De ninguna manera. No quiero tener nada que ver contigo".

"¿No te parecen ridículas tus palabras? Si no quieres nada conmigo, ¿qué pasa con los niños?".

Mi burla dejó sin habla a Catherine.

Ella y yo nos veríamos cada vez que regresaba del trabajo. Acompañamos a los niños como una familia.

"Es que no puedo", respondió Catherine con cara fría.

Fruncí los labios. Tras unos segundos de silencio, dije: "Si no aceptas, haré que Gina sea aún más desgraciada. ¿Me crees?".

"Ay... No insistas. No olvides que te di a luz dos hijos. Y los he traído a tu casa sin compromisos. ¿Cómo te atreves a hacer tales peticiones descaradas?". Catherine estaba completamente molesta, pero no se atrevía a discutir conmigo en voz alta. Solo podía replicar en voz baja.

Miré su cara llena de ira, que se había sonrosado.

Catherine se sentó frente a mi portátil y tecleó rápidamente. Al cabo de un rato, se imprimió un nuevo acuerdo.

Miré hacia abajo y fruncí el ceño.

"¿Tanto?". Sus términos me sorprendieron.

"Cuando estemos en público, solo puedes sostener mi cintura y mis manos. Soluciona cualquier problema que me avergüence de inmediato cuando estemos en banquetes. No debes tener una aventura con ninguna otra mujer, porque es humillante y arruinará mi reputación. Cuando visitemos a tu familia, si tu familia tiene alguna insatisfacción conmigo, debes tomar mi parte. Cualquier gasto incurrido por mi asistencia contigo corre por tu cuenta. No puedes golpearme, regañarme, ignorarme ni cuestionarme. Nuestra cooperación es igualitaria. No sufriré ninguna injusticia por ti". Catherine caminó alrededor de mí y repitió rápidamente todo. De hecho, las mujeres eran meticulosas. Ella pudo pensar en ciertas cosas sutiles de inmediato.

Me atrapó.

"¿Qué te hace pensar que aceptaré? Me has pedido demasiado". Tiré el papel sobre el escritorio. "No estoy de acuerdo".

Catherine se encogió de hombros y sonrió. "Bueno. Supongo que ya no tenemos que perder el tiempo aquí".

"Catherine, ¿qué crees que le pasará a Gina?". Tenía que jugar mi baza.

Catherine se puso tensa al instante. Se dio la vuelta y me miró a los ojos.

"Bien. Sólo tengo dos peticiones. Primero, no se te permite tocarme. Segundo, no aceptaré que me señales con el dedo cuando salgamos".

Catherine cedió.

"De acuerdo. ¡Trato hecho!", dije triunfante.

Tras añadir estos dos términos, Catherine y yo firmamos el acuerdo.

"Déjame guardar el acuerdo en la caja fuerte. No dejemos que los niños lo vean. Se pondrán tristes si saben que firmamos algo así", sugerí.

Catherine no se opuso, así que metí el acuerdo en la caja fuerte.

"Espero que lo pasemos bien cuando los llevemos de picnic mañana".