Mi Pareja Tiene Dos Lobos romance Capítulo 92

La Perspectiva de Blake

Después de despedirme de Benjamin, subí al auto con Catherine.

Bajo el cobijo de la noche, nuestro auto se dirigía a toda velocidad hacia casa.

En el coche, Catherine y yo nos sentamos en lados opuestos del asiento trasero, cada uno pensando.

"Espero que no te hayas sentido ofendida por lo que dijeron mis amigos". Dado que se sentó lejos de mí tan pronto como subió al auto, supuse que podría estar enojada.

Catherine negó con la cabeza. "No. Son todos muy educados".

"Siempre sé a quién elegir. Amigos, mujeres". Sonreí con orgullo.

Catherine se quedó estupefacta y dijo con indiferencia: "Me doy cuenta".

El tema se detuvo bruscamente.

El ambiente en el coche se volvió rígido de nuevo.

"Me pregunto si los niños ya están dormidos". No me gustaba la tensión, así que encontré un tema de conversación.

Catherine dijo insegura: "Tal vez. Noah no llorará, pero no estoy segura sobre Hedwig".

La miré a los ojos y pregunté en voz baja: "¿Puedes contarme cómo eran los niños cuando eran pequeños? ¿Y tienes fotos de ellos de esa época? Quiero verlas".

Catherine dijo ligeramente: "Tengo fotos, pero no creo que haya nada de qué hablar".

"Es todo culpa mía. No me di cuenta a tiempo de que Gina te había reemplazado. Perdí la cabeza y mi conciencia esa noche. ¿Te lastimé, verdad?", dije con algo de culpa.

Catherine frunció el ceño, como si evocara un recuerdo desagradable.

"No me acuerdo", dijo ella con frialdad, volviendo la cara hacia otro lado.

"Dijiste que también estabas inconsciente ese día. ¿Pasó algo? ¿Puedes contármelo?". No pude evitar sentir curiosidad.

"¡No quiero hablar de eso!". La voz de Catherine se volvió más fría.

Pero me di cuenta de que ella me ocultaba algo.

Fruncí el ceño y dije decepcionado: "No me dices nada. ¿Todavía desconfías de mí?".

"Esos son recuerdos dolorosos. No quiero hablar de eso porque no quiero recordarlo. ¿No tienes tú algún secreto oculto? Si te pregunto sobre eso, ¿me lo dirás?". Catherine bromeó.

Me quedé helado, pensando de repente en mi madre.

Entonces, dejamos de hablar, y yo quedé sumido en recuerdos profundos.

Leo y yo llamábamos madre a la actual pareja de mi padre, pero no era nuestra madre natural.

Mi madre traicionó a su pareja y a sus hijos.

Pero nuestro padre no la castigó.

Conocía al hombre con el que ella estaba teniendo un romance desde que era niña. Estaba cerca de mi padre.

Cuando el hombre encontró a su pareja, incluso fuimos a su casa a felicitarle.

En aquel entonces, mi madre estaba sentada entre ellos, y si la memoria no me falla, estaba sombría ese día. Mantenía la cabeza baja.

Más tarde, el hombre tuvo un par de gemelos muy monos y bonitos. Seguí a mis padres para visitar de nuevo su casa.