Mi Pareja Tiene Dos Lobos romance Capítulo 94

La Perspectiva de Catherine

Blake abrió los ojos, que de nuevo se habían vuelto de un dorado brillante.

Blake retrocedió ferozmente un paso. Ya no me sentía amenazada.

"Lo siento...". Levantó la cabeza con una expresión de pesar.

Yo seguía sentada en el escritorio, con el corazón latiéndome.

Me asustó. Pensé que me marcaría aquí a la fuerza.

Fue aterrador. Estaba totalmente conmocionada.

"No te asusté, ¿verdad?". En el silencio mortal del estudio, podíamos oír la respiración irregular de ambos.

Blake parecía haberse recuperado del estado de locura. Levantó la vista y me preguntó con preocupación.

Todavía no me había recuperado del susto. Todavía me dolía ligeramente la muñeca por su agarre.

No quería responderle. Simplemente intenté bajar del escritorio. Cuando mis pies tocaron el suelo, sentí que mis piernas estaban tan débiles que iba a desplomarme.

Bajé la cabeza y pasé silenciosamente junto a Blake. Estaba a punto de salir por la puerta.

"Cathy...", Blake dijo mi nombre apresuradamente. Se acercó. Esta vez, cuando me cogió del brazo, fue muy suave.

"¡No me toques!". Parecía muy asustada. Su contacto me hizo temblar instintivamente. Me di la vuelta y le miré a la defensiva.

Blake se congeló ligeramente. Lentamente aflojó el agarre.

Abrí la puerta enseguida y salí corriendo.

"¡Maldita sea!". Oí a Blake golpear el escritorio detrás de mí mientras maldecía en voz baja.

Entré en pánico y corrí a mi habitación. Cerré la puerta de la habitación de golpe y la cerré con llave.

Hedwig estaba sentada en la cama jugando con su juguete cuando de repente escuchó el sonido áspero de la puerta. Levantó la cabeza inmediatamente.

"Mamá, ¿qué pasa? Me has asustado". Hedwig me miró y preguntó preocupada.

Sacudí la cabeza, me tranquilicé y contesté: "Estoy bien. Ahora voy a ducharme. Puedes seguir jugando".

"¡Bueno!". Hedwig asintió obedientemente y continuó.

Cogí el pijama, entré en el cuarto de baño, me apoyé en la pared y respiré hondo varias veces. Fue horrible.

Hace un momento, Blake me llevó hasta el escritorio e incluso me hizo ese tipo de cosas. No podía creerlo, y estaba a punto de perderlo.

Me sentí aún más ridícula cuando lo escuché decir que quería marcarme. Tal vez le di una impresión equivocada al aceptar fingir ser su compañera. Él creyó que me enamoré de él simplemente porque lo traté con amabilidad.

Fue ridículo. Pensé que sería mejor no ser demasiado amable con él en el futuro. No quería que volviera a hacerse una idea equivocada.

Sacudí la cabeza repetidamente, intentando deshacerme de todo lo que acababa de ocurrir.

A partir de mañana debería volver al yo frío.

Los dos niños durmieron profundamente esta noche, pero yo me quedé sin dormir hasta el amanecer.

Cuando me desperté aturdida, ya eran más de las doce. Era casi la hora de comer.

Los dos niños fueron muy sensatos y no vinieron a molestarme.

Mi espalda me dolía. Al parecer, trasnochar era malo para mi salud.

Bajé cansada y miré a mi alrededor.

Noah corrió hacia la puerta y se detuvo. Cuando vio a Hedwig saltar felizmente en los brazos de Blake, torció la boca.

"Papá, ¿dónde has estado todo el día? Te he echado tanto de menos", dijo Hedwig, besando sin cesar la cara de Blake.

Blake miró a Hedwig y a Noah. Parecía que estaba de buen humor.

Me encontré con su mirada e inmediatamente me giré para subir las escaleras.

Cuando subí, abrí el armario. Entonces saqué apresuradamente algo de ropa para salir.

Luego cogí mi bolso y bajé las escaleras.

"Mamá, ¿vas a salir?". Noah fue el primero en darse cuenta.

"Sí. Voy a salir a cenar. Voy a encontrarme con alguien", le acaricié el rostro a Noah y respondí con dulzura.

Hedwig todavía estaba acostada en los brazos de Blake cuando de repente escuchó que iba a salir. Parpadeó con sus ojos de manera tierna. "Mamá, papá ha vuelto. ¿A dónde vas?".

No quise besar la cara de Hedwig, porque ahora estaba en brazos de Blake. Me limité a responderle suavemente: "Volveré más tarde. Pórtate bien".

Cuando terminé de hablar, ya no miré a nadie y salí por la puerta.

Salí en coche y llamé a Melinda para invitarla a cenar.

Melinda estaba libre, así que vino. Tan pronto como se sentó, notó que algo no iba bien conmigo.

"Catherine, ¿estás peleada con el King Blake otra vez?", Melinda preguntó con preocupación.

Asentí con la cabeza. "Sí. Nos metimos en cosas muy feas. Melinda, ¿crees que una persona de repente se convierte en otra?".

"¿Qué quieres decir? ¿No estás diciendo que el King Blake tiene trastornos disociativos, verdad? Eso sería muy aterrador", Melinda se quedó atónita por un momento. Luego, preguntó con una expresión exagerada.