Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 156

-No hay razón, no quiero casarme.

Briana se rio airadamente, -Édgar, ¿crees que el matrimonio es como un juego de niños? Si quieres casarte te casas, pero si no, no lo haces. Ahora todo el mundo sabe que nos vamos a casar, tú...

-La noticia la anunciaste tú.

-Pero tú estuviste de acuerdo en ese momento, ¿no?

Édgar dijo, -Briana, debes saber por qué te lo prometí.

Briana se mordió el labio inferior con fuerza antes de preguntar, -Es por la señorita Doria, ¿no?

El tono de Édgar fue indiferente, -Briana, este matrimonio fue originalmente solo un intercambio de beneficios, no tiene nada que ver con ninguna persona. En este mes, el precio de las acciones del Grupo Collazo ha subido un 3% y tú no pierdes nada.

Al escuchar su voz sin la menor emoción, Briana respiró hondo y dijo de mala gana, -Pero ya se ha anunciado la noticia del matrimonio, ahora que te arrepientes casarte, ¿qué quieres que haga yo? ¿Cómo se lo vas a explicar a mi padre?

-Señorita Briana, se cancela esta boda porque yo soy un hijo ilegítimo, por lo que no soy digno para ti.

Al escuchar eso, la cara de Briana cambió drásticamente, -Édgar, tú...

-Tengo algo más que hacer. Adiós, señorita Briana.

Después de hablar, Édgar colgó.

Vicente se quedó parada y no se atrevió a emitir ningún sonido.

El señor Édgar utilizó la estrategia de infligir daño al enemigo mientras que él mismo también sufriría un nivel de daño menor pero comparable, por lo que era realmente cruel.

De hecho, en el momento en que la familia Santángel ya no podía usar al bebé de Doria para lograr sus objetivos, cambió su enfoque al matrimonio con la familia Collazo.

Incluso si la unión de los dos no era reconocida con buen ojo por ellos al principio, había que decir que la gran propiedad de la familia Collazo estaba ahí sin tener heredero, lo cual era demasiado tentador.

Al cancelar la boda en ese momento, seguro que el padre del señor Santángel quedaría muy enojado.

Édgar entró en el ascensor y dijo a la ligera, -Antes de las doce de la noche, prepárate para publicar el comunicado.

Vicente pensó un momento y preguntó, -Señor Édgar, ¿qué quieres escribir en el comunicado?

¿Acaso tenía que poner en el comunicado que Édgar era...?

Édgar lo miró de reojo, -Si tus oídos no están bien, ve al médico.

Vicente se calló.

Édgar lo miró y se burló, -Agustina trabajó duro para preparar tal espectáculo, así que le tenemos que devolverle algo a cambio.

-¿Qué quieres decir, señor Édgar?

-Durante tantos años, la razón por la que ella puede aceptar mi existencia no es más que para mantener su supuesta dignidad y de la familia Secada. Aparte de eso, ¿cuál crees que sería la razón?

Vicente escuchó en silencio, sin atreverse a comentar.

Édgar dijo con indiferencia, -Ella le hizo algo a Doria, porque creía que yo no me atrevería a hacerle nada por miedo a que dijera que soy un hijo ilegítimo.

Vicente dijo, -Señor Édgar, lo ordenaré ahora.

Después de escuchar eso, Vicente entendió que el señor Édgar planeaba hacer algo a la familia Secada.

Reconocer la identidad del hijo ilegítimo era solo el primer paso.

Después de media hora, el automóvil se detuvo en la Calle Puente.

Los documentos de aprobación ya lo habían recibido en los últimos dos días y la demolición comenzaría el próximo año, por lo que los habitantes de más de la mitad de los barrios se habían trasladado ya.

Las calles que alguna vez fueron animadas, en ese momento parecían particularmente desiertas.

Édgar abrió la puerta del coche y entró en la casa.

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