Mi pretendiente es mi EX-MARIDO romance Capítulo 721

Ya eran las siete y media de la noche cuando Leila llegó al estudio.

Tal vez por la hora punta después del trabajo, la discusión sobre Leila y Andrés alcanzó otro punto álgido.

La atención del público no sólo no se apagaba, sino que había tomado una nueva dimensión.

Había varios clientes en el estudio. Leila se puso una máscara y un sombrero y se dirigió rápidamente al despacho de Doria. Llamó suavemente a la puerta, que se abrió rápidamente.

Doria dijo:

—Entra rápido.

Leila se quitó la máscara y suspiró antes de preguntar:

—¿Qué ha pasado?

Édgar se sentó en el sofá, la miró y preguntó:

—¿Fuiste al Grupo Santángel?

Leila se quedó sin palabras. ¿Cómo lo sabían?

Édgar parecía saber la respuesta a su pregunta. Habló despreocupadamente:

—¿Cómo te ha explicado el Grupo Santángel?

Leila se sentó lentamente frente a él y no supo cómo responder.

Tras varios segundos, dijo:

—Han accedido a devolverme la cuenta de Twitter y a dejarme aclarar el asunto por mi cuenta.

Édgar acusó recibo y luego preguntó:

—¿Cómo pretendes hacerlo?

—El vídeo fue editado. Necesitaré encontrar el vídeo original —respondió Leila.

—¿Estás segura de conseguirlo? —preguntó Édgar.

Leila se quedó perpleja porque no sabía por dónde empezar. Era obvio que el Grupo Santángel no la ayudaría a resolver esto. Así que sólo podía confiar en sí misma. Si ahora mismo se había sometido a la decisión de la empresa, tenía que tragarse todo su orgullo. Pero ahora estaba al frente de este asunto y cuanto más lo alargara, peor sería para ella.

Leila guardó silencio un momento antes de decir:

—Debe haber cámaras de vídeo fuera del complejo de apartamentos. Quizá hayan grabado el incidente.

—Si se te ocurre esto, ¿no se le habrá ocurrido también a la persona que publicó el vídeo? —dijo Édgar.

Leila se sobresaltó y levantó rápidamente la vista. Entonces preguntó:

—¿Quieres decir que la grabación de seguridad había sido borrada?

Édgar cruzó las piernas y dijo con indiferencia

—Por supuesto.

Leila frunció el ceño y apretó los labios. No esperaba que el Grupo Santángel llegara a ese extremo.

Édgar dijo entonces:

—Hay otra forma y yo puedo ayudarte.

Leila preguntó:

—¿Cuál es?

—Resuelve tu contrato con el Grupo Santángel —dijo Édgar.

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