Mi vida de venganza: de gorda a sexy romance Capítulo 259

Despierto al instante, encendió la luz y miró la hora.

Eran las diez.

"¡Sí! ¡Sr. Mason!" Tom asintió respetuosamente, y luego, con el corazón lleno de resentimiento, salió directamente de la cama.

Después de que Noah condujera el coche fuera de la villa, se dirigió directamente a algunos bares, y hoteles, donde Jocelyn iba a menudo, buscándola.

Mientras conducía el coche, Noah no pudo evitar empezar a reírse de sí mismo. Desde que era joven, nunca había estado tan loco por nadie ni por nada, y menos aún vagando por las calles como una mosca sin cabeza.

Ahora es realmente como un mocoso enamorado, que haría cualquier cosa por la chica que le gusta.

El cielo llovía a cántaros.

Bajo la llovizna, el Honda negro seguía avanzando por la ciudad.

En casa de Paige, Jocelyn seguía dando vueltas en la cama, molesta, sin poder dormir.

Para ponerse cómoda, enterró todo su cuerpo bajo las sábanas.

Después de todo, era una noche de insomnio.

Las posibilidades de lo que había dicho Paige seguían pasando por su mente.

El timbre de la puerta sonó.

La repentina voz atravesó la oscuridad y cayó directamente en sus oídos.

¿Quién es a estas horas de la mañana?

¿Podría ser él?

Paige estaba cocinando en la cocina cuando oyó el ruido y fue a ver por la mirilla.

Al otro lado de la puerta estaba Noah.

Tenía aspecto de estar cansado y parecía haber estado despierto toda la noche.

Cuando vio que era Noé el que estaba delante de la puerta, un destello de consternación pasó por sus ojos.

¿Cómo había llegado hasta aquí?

Ella le había dicho claramente que Jocelyn no estaba aquí.

Paige abrió la puerta enseguida y le miró a la cara con una expresión de desagrado: "¿Por qué estás aquí?".

"Quiero ver a Jocelyn".

"Ella ...... no está aquí". Recordaba claramente las instrucciones de Jocelyn y no quería verlo ahora.

Pero Noah no dijo nada, simplemente entró en la puerta y fue de habitación en habitación, buscándola.

Finalmente, vio a Jocelyn.

La inquietud de su corazón volvió al instante a la calma, y el pánico de sus ojos desapareció.

Al verlo, el rostro de Jocelyn se enfrió al instante: "¿Qué haces aquí?".

"He venido a darte una explicación". Cerró la puerta directamente detrás de él y fue a sentarse junto a ella, "En realidad sabía que estabas aquí a primera hora de la mañana, pero esperé aquí abajo toda la noche por miedo a que perturbaras tu descanso".

Sabía que ella estaba aquí a la una, y entonces bajó las escaleras a su pesar. Antes de disponerse a subir, vio que las luces de la casa estaban apagadas, y temiendo que ella se hubiera dormido, no se atrevió a molestarla.

Así, se quedó sentado en el coche de abajo, toda la noche.

Ante esas palabras, el corazón de Jocelyn se ablandó de repente, su corazón se mezcló con varios sentimientos.

Sabía que era un mentiroso y que no era de fiar, pero el agotamiento de su rostro era real, y la sangre roja bajo sus ojos, también.

Por un momento, no pudo soportar echarlo.

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