Elaine siguió al hombre al interior de la habitación.
Solo había cinco personas, y Juan se sentó en el medio.
El hombre a su lado le estaba sirviendo una copa de vino.
“Sr. Saldana, ella está aquí.”
La persona a su lado le pidió que tomara asiento, así que ella se acercó y se sentó como cortesía.
“¿En qué puedo ayudarlo, Sr. Saldana?”
Juan le sirvió un vaso.
"¿Eres cercano a Ian?"
Ella respondió: “Lo conozco, pero no somos cercanos”.
Él se rió.
"¿Qué tan bien lo conoces?"
Elaine respondió casualmente: “Sé que es tu hijo fuera del matrimonio”.
La expresión del Sr. Saldana se congeló.
"Si te dijo eso, debes ser especial para él".
Le entregó la copa de vino y ella la tomó por cortesía.
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió.
El hombre que estaba afuera miró a Elaine, que estaba sentada junto a Juan.
"¿Por qué estás aquí?"
Quiso decir que su padre la había invitado, pero Juan se echó a reír antes de que pudiera hacerlo.
"Escuché que eres muy cercano a esta dama, así que quería conocerla".
Ian se acercó a la mesa, cogió la botella de vino y se sirvió una copa.
“Nunca antes había tomado una copa con mi padre”.
Llenó el vaso y bebió un trago primero.
Juan llenó el suyo y luego dijo: "¿Me estás mostrando cortesía por esta señora?"
Elaine se sorprendió porque no sabía qué tenía que ver esto con ella, pero mantuvo los ojos en Ian.
Ian se sirvió tranquilamente otro trago.
"Quería presentarte a tu futura nuera, pero la invitaste antes de eso".
Elaine se quedó atónita durante unos segundos.
—¿Futura nuera?
No recordaba haber confirmado su matrimonio de conveniencia.
Juan frunció el ceño.
"¿Te vas a casar?"
Ian sostuvo la copa de vino vacía y sonrió.
"¿No estás feliz de que me case?"
Juan lo miró.
Ian era solo un hijo ilegítimo para él, y todo lo que podía hacer era ser su chivo expiatorio. No importaba con quién se casara.
Como el negocio familiar no iría a él, Juan no necesitaba el matrimonio de Ian para generar más beneficios.
Él rió.
"Por supuesto, me alegro de que te vayas a casar".
Se levantó y le pidió a alguien que llenara sus copas para brindar.
“Ian, si te vas a casar, vuelve y vive con nosotros. Te ayudaré a planificar tu boda”.
Ian sonrió, pero su expresión era difícil de leer.
"Gracias Padre."
Después de quedarse allí un rato más, Ian se llevó a Elaine y Juan no lo detuvo.
Una vez que se fueron, el guardaespaldas le preguntó a Juan: “¿Quieres que investigue a esa mujer?”.
"¿Por qué?"
Juan lo miró fijamente y sonrió.
“Es solo un hijo ilegítimo. Ninguna persona de la alta sociedad estaría interesada en él”.
Había investigado el pasado de Ian. Tenía un pequeño negocio en el mercado y también trabajaba con la mafia.
Eran trabajos de los que la gente no estaba orgullosa. Las mujeres con las que salía eran personas a las que Juan nunca miraría dos veces.
Esta mujer con la que se iba a casar parecía ser diferente de las demás, pero parecía otra mujer tratando de casarse con una familia rica.
¿Por qué si no sabría ella quién era él? Las luces de la calle iluminaron el auto mientras Ian conducía a Elaine de regreso.
Sus manos estaban en el volante mientras miraba hacia adelante.
"¿Fuiste con él porque te invitó a entrar?"
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