Mis pequeños tres ángeles guardianes romance Capítulo 411

Capítulo 411

respondió cada una de sus preguntas con paciencia y fluidez.

Jones estaba mirando desde un costado. El hombre con cabello rizado a su lado puso su brazo sobre su hombro y preguntó con las cejas levantadas: “Jones, ¿te gusta?”

“¿Yo?” Jones lo miró y sonrió. “Sí, pero desafortunadamente, ella está casada”.

“¿Ella está casada? Bueno, eso significa que no hay más oportunidades”. El hombre de pelo rizado se encogió de hombros.

Jones tomó el palo de golf y golpeó la pelota fuera del césped, pero pareció no dar en el blanco.

El tipo de cabello azul a un lado se rió entre dientes. “Milisegundo. Zora parece ser bastante buena en esto”.

Estaba mirando a Maisie y Jones siguió su línea de visión. No muy lejos, Maisie puso ambas manos en el palo y golpeó la pelota en el hoyo con gran precisión.

“Sí, tienes razón”, elogió Jones mientras un atisbo de aprecio cruzaba sus ojos. Había muy pocas mujeres a su alrededor que pudieran jugar al golf, ya que la mayoría de las personas de la alta sociedad no estaban involucradas en un deporte al aire libre como este.

Maisie estaba tan concentrada que ni siquiera se dio cuenta de que Jones estaba a su lado. Cuando vio las gotas de sudor en la frente de Maisie, tomó su pañuelo y trató de ayudarla a secarse el sudor de la frente. Cherie de repente se le acercó y lo tomó de la mano. “¿Qué estás haciendo?” Maisie estaba atónita. Ella se dio la vuelta y lo miró con incredulidad. Jones también quedó estupefacto por su repentina acción. Avergonzado, retiró la mano y dijo: “Lamento haber hecho que tu amigo no entendiera. No quise decir nada. Si fueran otras amigas mías, probablemente haría lo mismo”. Cherie fijó una mirada aguda en él. ¡Ella sabía que este tipo no tramaba nada bueno!

Maisie sonrió y respondió: “Es muy amable de su parte, Sr. Jones”.

Además, a juzgar por el disgusto y la posesividad en sus ojos, sabía que se conocían más que bien.

Nolan no respondió a su pregunta. Al segundo siguiente, dio un paso adelante, la agarró de la muñeca y la abrazó. Sin esperar a que Maisie respondiera, le plantó un beso en los labios.

Maisie estaba atónita y sus ojos claros se contrajeron un poco. Ella no esperaba que él hiciera esto en absoluto. La gente de alrededor también estaba igualmente sorprendida.

A regañadientes dejó sus labios solo cuando Maisie trató de alejarlo. Su cara estaba sonrojada y se veía encantadora.

Le tomó a Nolan una gran cantidad de esfuerzo para suprimir el deseo que surgió en la profundidad de sus ojos. Él la sujetó con fuerza en sus brazos, le dio una palmada en la parte posterior de la cintura y le preguntó: “¿La pasaste bien, cariño?”