Mis Tres Tesoros Más Preciados romance Capítulo 135

Las palabras de Luca hicieron que Eliza se quedara en silencio durante mucho tiempo.

Después de un largo rato, ella respiró hondo. "Entonces papá, ¿por qué me trajiste de vuelta?"

"Después de que me reconociste, no me dejaste vivir contigo. En cambio, me dejaste regresar con la familia Lawson para trabajar como sirviente".

"Según tu lógica, no puedes darme una vida mejor, ni me dejaste dejar a la familia Lawson".

"No deberías haberme reconocido en ese entonces".

Sus palabras eran tranquilas e indiferentes.

Luca, que estaba al otro lado de la línea, de repente se quedó en silencio.

Después de un rato, se rió entre dientes. "Has crecido".

Como esa mujer, ahora tenía sus propios pensamientos.

Eliza frunció el ceño. "Padre, tengo 23 años".

Cuando tenía 18 años, reconoció a Luca y pensó que podría escapar de la miseria de la despiadada familia Lawson.

Pero Luca la ignoró.

Para poder ayudar a Jay, casi había caído en una situación desesperada.

Como un padre que acababa de reconocerla, Luca se emborrachaba todos los días y la ignoraba. Incluso le pidió repetidamente que rompiera con Jay.

Al fin y al cabo, aunque Jay no era una buena persona, no significaba que el desprecio y la indiferencia de Luca hacia ella tuvieran razón.

Ahora, habían pasado cinco años.

Ya no era la niña de hace cinco años que estaba dispuesta a creer que Luca le daría una hermosa familia.

"Entonces, ¿no tienes ya una idea?"

Luca sonrió con amargura y dijo: "Eliza, puedes descubrir la verdad por ti misma".

"Si quieres encontrar a tu hijo, haz lo mejor que puedas".

"No puedo ayudarte en nada".

"Buena suerte."

Después de decir esto, Luca colgó el teléfono con frialdad.

Eliza frunció el ceño. Cuando volvió a llamar, él ya había apagado su teléfono.

Eliza suspiró profundamente mientras guardaba su teléfono y salía del restaurante.

Por la noche, recibió una llamada de Riley.

Riley, que estaba al otro lado de la línea, dijo histéricamente: "¡Eliza, tú ganas!".

"¡El avión privado que reservé para Esme estaba bloqueado en el aeropuerto!"

Riley rechinó los dientes y dijo: "¡No creas que no tenemos otra manera, incluso si no dejas que Esme se vaya de Krine!".

Eliza frunció el ceño.

No hace falta decir que esto definitivamente fue obra de Beau.

A través de la puerta de cristal de la cocina, miró a Beau, que miraba con gracia el documento en el sofá.

Su cara lateral era hermosa y dura. No había expresión en su rostro, como si no hubiera hecho nada.

Este hombre...

Muchas veces, no mencionaría lo que hizo por ella por iniciativa propia.

Al igual que ahora, si no fuera por la llamada de Riley, Beau nunca le habría dicho que había interceptado en secreto a Esme, que quería irse al extranjero.

Al pensar en esto, Eliza sintió un ligero calor en su corazón.

"Déjame decirte, Esme ahora tiene una placa de exención por muerte. ¡No te tenemos miedo!"

Al otro lado de la línea, Riley todavía estaba haciendo su lucha final.

"¿Una placa de exención por muerte?"

Eliza estaba de pie en la cocina, frunciendo el ceño mientras volteaba el pescado en la olla, sus labios se curvaron en una sonrisa fría. "¿Trastorno bipolar intermitente?"

Su voz era fría. "No seas feliz demasiado pronto".

Después de eso, Eliza colgó directamente el teléfono y lo arrojó a un lado, concentrándose en cocinar pescado para Beau.

Él había hecho tanto por ella. Ella no tenía nada que pagarle. Estaba dentro de su capacidad cocinar un pescado para él.