Misión: De Divorciada a Millonaria romance Capítulo 15

Elisa se quedó boquiabierta, e Ignacia no podía ocultar su asombro.

La Sra. Hidalgo, quién parecía frágil y pasaba desapercibida, resultó ser la famosa periodista A de la Revista W.

Andrea sonrió con ironía y se dirigió hacia la salida, al pasar al lado de Elisa se detuvo un momento y añadió, "Olvida aparecer en la Revista W durante toda tu vida."

…

Una vez de vuelta en el coche, Andrea sacó un bolígrafo y presionó la tapa, las palabras arrogantes y desafiantes de Elisa se escucharon claras como el agua.

Como periodista, tenía la costumbre de grabar durante el trabajo para facilitar la organización del material, pero esta vez lo hizo con un doble propósito.

Planeaba demandar al infiel de su marido y él argumentaba que no tenía pruebas; ahora, se las había entregado su amante.

Alguien tocó la ventana del coche, era Elisa con gafas de sol, parada junto al vehículo.

Andrea bajó la ventana y la miró con desdén.

Con voz baja, Elisa se burló: "Andrea, ¿crees que podrás ser la esposa de Cristian para siempre? Él dijo que lo ocurrido la última vez solo fue para darte una lección, si no aprendes, la próxima vez no se tratará de atender a un solo hombre."

El rostro de Andrea palideció instantáneamente y su mirada se volvió feroz, como si quisiera despedazarla.

Elisa sintió un escalofrío, pero mantuvo su compostura y se marchó con orgullo.

Andrea se sintió helada, sintiendo como si le clavaran agujas en el corazón, era doloroso.

Después de todo, si una amante podía ser tan descarada frente a la esposa legítima, era porque el hombre lo permitía; Cristian nunca la había considerado su esposa, por lo que los demás también la subestimaban y cualquiera podía pisotearla.

Andrea se quedó sentada en el asiento del conductor, observando el tráfico y sintiéndose más sola que nunca.

Al sentir su mirada, Cristian también la miró, sin sorpresa alguna esbozó una leve sonrisa.

Al instante, Andrea recordó que José había mencionado que la cena de negocios era allí, ¿qué coincidencia, ¿no?

Al ver la actitud de Cristian, instantáneamente pensó que le había dicho que no asistiría, pero su cuerpo decía lo contrario.

Sin una palabra y como si él fuera aire, Andrea se dio media vuelta para irse.

Cristian frunció el ceño, se excusó rápidamente con las personas a su alrededor y se apresuró hacia ella.

Justo cuando Andrea iba a entrar al ascensor, la agarró del brazo, la arrastró hasta el final del pasillo y la confrontó. "Andrea, hay un límite para hacerse la difícil, recuerda que Jugar con fuego puede tener consecuencias graves."

Cristian creía haberle dado suficiente espacio para retractarse, pero ella continuaba desafiando su paciencia.