Ni tan Señora (COMPLETO) romance Capítulo 4

Jean apagaba el ordenador de su escritorio, cuando de pronto entra en su oficina su sexy secretaria. Con ese habitual contoneo de cintura que tanto le encantaba. Parecía que buscaba pelea esa noche.

—Señor Dubois… aquí le traigo unos documentos que requieren su firma hoy mismo.

—¡Ah si!

La chica de mini falda negra coloca los documentos sobre su escritorio mientras inclina el culo dando una buena visión. Definitivamente quería pelea.

Jean firma los documentos y se los entrega a ella con una sonrisa sensual.

—Parece que te hago trabajar mucho, ¿Acaso soy un explorador?

—De ninguna manera señor Dubois.

La mujer se pone recta al verlo ponerse en pie mientras rodeaba el escritorio. Jean no se había follado a su secretaria, pero esa noche podría cambiar las cosas. Allí mismo en su oficina.

El castaño recuesta su peso sobre el borde del escritorio. Observándola de abajo hacia arriba… admirando esas admirables y formidables piernas. Era una lastima que estuvieran cubiertas por esas medias.

—¿Entonces qué haces hasta esta hora trabajando?

—Se me ha hecho tarde. Pero ya me voy.

—¿Y porque tan rápido? Si es por transporte yo puedo llevarte.

Le dice tomándola por la cintura mientras la acercaba a él. Tomo las carpetas que sujetaba contra su pecho tirándola en el escritorio. Poco a poco fue aflojando los botones de su camisa.

—Señor Dubois, ¿Qué hace? Pregunta nerviosa.

—Se que esto no está en el contrato, pero podríamos hacer una excepción tú y yo.

Termina la frase para besar el cuello desnudo de la chica quien gime de inmediato. Los besos se calentaron ya que el castaño fue descendiendo poco a poco. En cuanto el último botón fue suelto Jean se apoderó de uno de los senos de su secretaria.

—¡Oh, señor Dubois!

De inmediato este le dio la vuelta subiéndola sobre el escritorio para abrir sus piernas. Rápidamente metió las manos por debajo de la falda y de un solo jalón bajo las medias. Hizo a un lado las bragas de encaje para invadir el sexo de la mujer con el dedo.

—¡Ah! Jadeo ministras arqueaba la espalda hacia atrás.

—¿PERO QUE COÑO ESTA PASANDO AQUÍ?

Jean detuvo su mano para darse la vuelta y ver a su padre parado en medio de su oficina con el ceño fruncido.

—¡Oh dios! Dice la joven, bajando la falda para salir corriendo de la oficina.

—Adios belleza… le dice Jean.

—¿Esto es lo que haces aquí?

—¡Padre por favor! Deja el numerito.

Capitulo 4 Discusión 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Ni tan Señora (COMPLETO)