Cuando Mateo escuchó esto, se quedó serio.
Dijo -Se lo diré a sus familiares. El problema es que Rosaría no tiene una identidad válida. Sus padres creían que había muerto, por lo que ella ya no está empadronada. Además, tampoco lo tiene en los Estados Unidos. No puede vivir legalmente aquí. Independientemente de dónde esté ahora, primero debemos resolver el problema de su identidad. Creo que sus padres lo entenderán -
Cuando la señora Verónica escuchó esto, se puso ansiosa.
Dijo -¿Hay noticias de Rosaría ahora? -
Mateo contestó -No, pero creo que se pondrá en contacto con nosotros -
Las palabras de este hombre hicieron que se quedaran en silencio.
Ada dijo en voz baja -Ya estoy intentando resolver esto. Ya he explicado lo todo a los superiores, y espero darle a mi hija una identidad oficial. Sin embargo, no sé qué nombre va a usar. ¿Rosaría o Catalina? -
Al escucharlo, la Señora Verónica se sintiera confusa.
Naturalmente esperaba que Rosaría se apellidara Suárez de nuevo. Sin embargo, ahora no sabía dónde estaba y ella no conocía su propia verdadera identidad. Además, no estaba clara la actitud que tenían sus padres. Todo era desconocido, y no sabían qué hacer.
Mateo dijo -Tengo una idea. Voy a decírselo a sus padres. Hablaremos de esto luego. La revisión política y la investigación de las autoridades todavía llevarán unos días. Tenemos tiempo para resolver este problema. Además, sigo buscando a Rosaría. Tiene derecho a saber la verdad -
Ambas partes mostraron el acuerdo.
Después de esta reunión, la señora Verónica insistió en dejar que Ada regresara a la casa de la familia Suárez. Aunque Ada no quería, no tuvo otros remedios y se fue con la anciana.
Javier y Mateo caminaron por detrás. Dijo con una sonrisa amarga -¡No esperaba que la primera mujer de la que me enamoré fuera mi sobrina! -
Mateo respondió -Así que estás destinado a ser su tío -
El hombre estaba de buen humor.
Se puso aliviado al pensar en que ya tenía menos competidores.
Javier no se quedó enfadado ante a las burlas de Mateo. Sólo dijo en voz baja -Puedes tranquilizarte cuando estés conmigo, pero Víctor no es así. Ahora no tiene tiempo porque encontró problemas con su madre. Si se entere de que lo que pasó a Rosaría, estaría muy enfadado contigo -
Mateo preguntó -Hablando de Víctor, realmente entiendo por qué ama tanto a ella. ¿No es un donjuán? -
Este hombre nunca había tomado a Víctor como un rival en amor. Ni creyó que aquel hombre pudiera persistir. Sin embargo, después de tanto tiempo, Mateo había notado todo lo que había hecho él con Rosaría.
Javier susurró -Dijeron que los dos tenían relaciones cuando era un niño. Dijo que Rosaría lo salvó cuando era pequeño -
-¿Verdad? -preguntó Mateo.
Esto sorprendió a este hombre.
Después de que los dos salieron del Hotel Hilton, Javier preguntó en voz baja -¿No quieres que vaya contigo cuando vengas a hablar con sus padres? -
Mateo contestó -No es necesario. Eres de la familia Suárez. No sería bueno que te fueras. Si tienes tiempo, dilo al señor Pedro de la capital para que la tramitación se marche más rápido. Dar a Rosaría una identidad lo más pronto posible es lo más importante -
Como Mateo estaba bastante ocupado, solo pudo dejar que Javier hiciera esto. Además, su familia tenía más prestigio que la suya y podía resolver esto más rápido.
Los miembros de la familia Suárez había contribuido mucho al país, pero ahora solo se quedaban Javier y Rosaría. Mateo creía que se le darían una identidad válida a la mujer.
Javier asintió con la cabeza y los dos se separaron.
Fue en la casa de la familia González donde Mateó encontró a la señora Nuria y al señor Manuel.
Después de regresar a la Ciudad H, la Sra. Anabel escapó. Javier había esperado que sus padres se quedaran en su propia casa, pero todavía se sentían a gusto en su hogar, por lo que regresaron.
Cuando quería ver a Laura, iría a la casa de la familia Nieto a verla. La señora Lorena también llevaría a Laura a reunirse con ellos, por lo que estaban bastante feliz.
Al escuchar que Mateo había venido, el señor Manuel y su esposa salieron personalmente a darle la bienvenida.
La señora Nuria miró hacia atrás y preguntó -¿Rosaría no vino? -
Ante las miradas ansiosas de la anciana, Mateo dijo con culpabilidad -Algo le pasó a ella -
Esto sorprendió mucho a la señora.
Dijo -¿Qué pasó? Cuando nos fuimos, me sentí incómodo. ¿Qué le pasó a ella? -
La madre casi lloró.
El señor Manuel la apoyó y suspiró diciendo -Deja que Mateo entre. Vamos a hablar adentro. No estés demasiado emocionada. El hecho de que pueda quedarse aquí significa que todavía hay soluciones -
Mateo asintió con la cabeza y dijo -Mamá, hablemos adentro -
Los tres entraron en la casa.
Mateo les contó todo lo que había sucedido en Estados Unidos, incluyendo la verdadera identidad de Rosaría y la situación actual a la que se enfrentaba.
Antes, el hecho de que las pruebas de paternidad no coincidieran fue muy dudoso para estos dos mayores. Ahora lo entendieron.
La señora dijo -¿Estás diciendo que nuestra hija desapareció en el momento de su nacimiento? -
La señora Nuria no podía aceptarlo.
Mateo no sabía cómo consolarla.
La anciana lloró desesperadamente y su marido la consoló al lado.
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