¡No huyas, mi amor! romance Capítulo 485

Rosaría dejó el lugar de disparo con Eduardo y luego los dos se reunieron con Mateo.

Y Laura se había divertido mucho también.

Mateo vio que Eduardo no parecía muy feliz y le preguntó con confusión -¿Qué pasa? ¿Por qué estás descontento? -

-No pasa nada -

Eduardo negó con la cabeza.

Rosaría vio que su hijo era un poco infeliz, entonces dijo -Eduardo, si realmente te gusta disparar, puedes aprenderlo cuando crezcas un poco más. Ahora eres demasiado joven y me preocupa que practiques este deporte. ¿Lo entiendes? -

-Lo entiendo -

Eduardo estaba muy callado y parecía muy obediente. Pero era, en realidad, muy perseverante en lo que quería hacer y nadie podía impedirlo.

Al ver que Eduardo parecía haberlo entendido, Rosaría soltó un suspiro de alivio y se dirigió a Mateo -Acabo de encontrarme con una persona que no me parecía simpática, así que no dejé que Eduardo hablara con él -

-¿Quién era? -

-Dijo que era del club de disparo. En cualquier caso, me dio una mala impresión y no le hice caso -

Rosaría lo explicó concisamente y no lo tomó muy en cuenta.

Laura había jugado tan ilusionada que ahora sentía un poco de cansancio, por eso, los cuatro decidieron regresar a la mansión de la familia Nieto.

La señora Lorena los vio regresar, sonrió y dijo -¡Qué os ha pasado! ¡Fuisteis a la guardería infantil por solo un día y los niños se han ensuciado de tanto barro! -

Al ver a Laura tan sucia, la señora Lorena apresuradamente mandó llevarla a bañarse.

Eduardo, por el otro, fue al baño él mismo.

Rosaría y Mateo también estaban un poco cansados.

Mateo notó el cansancio de Rosaría y le dijo en voz baja -Ve a la habitación y descansa un poco. Te llamaré cuando empiece la cena -

-No es para tanto. Puedo ir a la cocina a preparar algunos platos. Has dicho que querías comerlos, ¿no? -

-Todavía tenemos mucho tiempo. ¿Acaso temes no tener suficiente tiempo para cocinar para mí? Ve a descansar. ¿O quieres que te lleve? -

Mateo dijo esto en la presencia de la señora Lorena, lo cual hizo a Rosaría sentirse muy avergonzada, pero a Mateo no le importaba nada.

La señora Lorena tosió y dijo -¡Qué amorosos sois! No puedo soportarlo con mi avanzada edad. Es mejor que yo os deje y vaya a cuidar mis flores -

Apenas terminó de hablar, se fue.

Rosaría le dio a Mateo un leve golpe en el pecho, muy avergonzada, y dijo -Todo es tu culpa -

-¿Qué importa? Somos una pareja. Nuestra mamá también ha experimentado el período de estar enamorada. Ella lo entiende -

Dijo Mateo mientras le dio un beso en la cara.

Rosaría rápidamente miró a su alrededor y sintió que lo que había hecho Mateo no era oportuno en casa.

La señora Lorena, después de tomar unos cuantos pasos, de repente se detuvo y se volvió a decir a Mateo -Rolando ha regresado. Ahora está en el estudio. Parece que está regañando a Adriano. Puedes ir a verlos. Adriano es tan joven. Dile a Rolando que no sea demasiado estricto con él. Aunque es hijo de la familia Nieto, no llega al punto de comenzar la instrucción en tan tierna edad -

Terminando de decir eso, la señora Lorena se fue finalmente.

Mateo se sintió un poco sorprendido.

Rosaría notó con sensibilidad que Mateo estaba un poco molesto.

-¿Qué pasa? ¿Has peleado con Rolando? -

Mateo admiró mucho la perspicacia de su esposa. Dijo en voz baja -Nada. Solo es que tenemos una pequeña discrepancia. Hablaré con él -

-Entonces, vete. Voy a descansar un poco -

Rosaría estaba a punto de irse, pero Mateo la cogió en los brazos y caminó hacia la habitación.

-Rolando no puede huir del estudio. Te llevo arriba primero -

Al ver esto, todos los sirvientes a su alrededor sonreían a escondidas.

La intimidad entre Mateo y Rosaría los hacía muy celosos.

Rosaría dijo avergonzada -Suéltame. ¡Tengo piernas! No necesito que me lleves -

-Justo me gusta tu delicada apariencia, especialmente cuando estás en mis brazos -

Dijo Mateo en un tono bajo, lo cual hizo que Rosaría se sonrojara rápidamente.

-¡Cállate! -

Rosaría sintió que Mateo era demasiado frívolo.

Mateo dejó de bromear con ella. La llevó directamente a la habitación y la colocó en la cama.

-Ten cuidado al tomar la ducha. No te caigas. El suelo del baño es muy resbaladizo -

-Lo sé. No soy como los niños. Vete rápidamente -

Rosaría sintió dulzura por sus palabras, pero también estaba muy avergonzada.

No estaban recién casados. ¿Qué pensarían los sirvientes y la anciana sobre este comportamiento tan íntimo?

A Mateo no le importaba, pero a ella sí.

Al ver a Rosaría ruborizada, Mateo sintió algo de sexualidad.

-Realmente quiero abrazarte. ¿Por qué no dormimos por un rato? -

Mientras hablaba, caminaba hacia adelante.

-¡Vete! -

Rosaría le dio una patada a Mateo en el muslo con un pie.

-¡Dios mío! ¿Estás tratando de lisiarme? ¿No tienes miedo de ser viuda en el futuro? -bromeó él.

Mateo rápidamente agarró su tobillo y lo frotaba con la yema de los dedos con delgada callosidad.

Rosaría sintió un golpe de entumecimiento en todo el cuerpo y casi gritó suavemente.

-¡Mateo! -

-¡Sí, estoy aquí! -

Respondió Mateo seriamente.

Rosaría sintió que estaba a punto de morirse de lo embarazosa que estaba.

Capítulo 485: No intimides a mi hijo 1

Capítulo 485: No intimides a mi hijo 2

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