No más palabras romance Capítulo 29

—Hola papi, te ves como todo un galán— beso su frente y alcanzo a verlo rodar sus ojos.

—Solo me corté el cabello.

—Lo cual es suficiente para volverte un galán. Buen trabajo Amber.

—Gracias, una de mis mejores hazañas.

—Tonterías. Quítate de mi camino, Estorbo— todo lo que el perro hace es echarse aún más interponiéndose en el camino de papá. Contengo las ganas de reír. —. No sé en qué pensabas cuando trajiste a este perro.

—Sabes que te encanta. Lo amas.

Se queja un poco más y casi pisa la cola de Estorbo, lo cual logra que este salga de su camino. Me río y camino hasta la cocina, Amber me sigue.

Tomo una de las barras de cereal de papá y me siento sobre el mesón.

— ¿Qué tal está esta semana? ¿Más gruñón?

—Teniendo en cuenta que apenas es martes, yo diría que va muy bien. Es su personalidad de siempre.

—Tienes razón, quizás en su actitud gruñona descansa su encanto— me río—. Encargué las compras al súper mercado, en cualquier momento estarán llegando y mañana pasaré por Estorbo, toca llevarlo a ver a su veterinario.

—De acuerdo. Oh, otra cosa, tu hermano llamó o al menos dijo ser tu hermano.

—Si se llamaba Edgar y sonó como un idiota pomposo, entonces era mi hermano.

—Bueno, solo preguntó por ti y luego habló al teléfono con Dante.

— ¿Y cómo estuvo papá luego de la llamada?

—Estuvo callado, de hecho me respondía de forma distraída.

—Ya, me pregunto qué le diría esta vez ese demonio a papá. Si alguna vez papá queda alterado por una de las llamadas de mi hermano o tiene algún episodio depresivo no dudes en llamarme. Mis hermanos tienen una impresionante capacidad de darle días malos.

—Buenos hermanos ¿No?

—Los mejores— le doy la sonrisa más amplia antes de suspirar—. Mi familia es grande, pero siendo tan grande todos estamos regados por todo el país, coincidir es realmente difícil, por lo que papá y mis hermanos son mi familia cercana y directa, eso debería hacernos muy unidos...

— ¿Pero?

—Pero creo que Edgar y Elise no tienen el mismo concepto que yo de familia.

—Eso es triste. Pero que eso no te aflija, tu papá y tú se tienen uno al otro.

—Sí, y siempre está mi familia del programa. No puedo sentarme y lamentarme cuando soy tan afortunada por la vida que tengo.

—Esa es la actitud.

Doy los últimos mordiscos de mi barra antes de estirarme y pensar la manera de empezar mi investigación.

—Así que, tengo unas preguntas para ti, que si no te importa me gustaría saber las respuestas.

— ¿Sobre mí?

—No exactamente.

Ella frunce el ceño pareciendo pensativa pero luego entrecierra sus ojos hacia mí como si algo le divirtiera. Como si yo le divirtiera. Mucho.

— ¿Las preguntas tienen que ver con cierto familiar que comparte mi apellido? Ya sabes, este hombre que escribe y que resulta ser el mejor primo del mundo ¿Se trata de él?

—Simple curiosidad.

—La curiosidad siempre es la excusa perfecta cuando queremos saber de alguien— se ríe—. Déjame revisar qué hace Dante y regreso gustosa a responder tus preguntas.

No me da tiempo de responder porque prácticamente corre fuera de la cocina, sí que es dedicada al cuidado de mi papá y eso me pone muy alegre. Mi celular vibra y me lo pienso cuando el identificador de llamada anuncia el nombre de mi hermano.

Si no contesto tendré más horas felices, pero entonces también seguirá insistiendo. Difícil decisión.

—Hola hermano mayor.

Cap. 29: Amenazas 1

Verify captcha to read the content.Verifica el captcha para leer el contenido

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: No más palabras