Asunto: Comencemos.
"¿Creerás más en mí al notar que estoy tuteándote por correo?
Mi despliegue para convencerte de mí honestidad e intenciones comienza ahora.
Ten un bonito día Elisabeth
Paul Coleman, quien la prensa está llamando hombre misterioso"
Bueno ¿Quién se resistía a sonreír y caer en su juego? Yo no, desde luego.
Asunto: Re: comencemos.
"Palabras, palabras.
El señor misterioso que comience con los hechos.
Te un excelente día.
Elisabeth Cortés, dama vinculada por la prensa con el hombre misterioso."
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— ¿Cómo van las cosas con Joseph? —pregunto luego de masticar mi delicioso almuerzo. Le señala a Sabrina su barbilla en donde tiene un poco de salsa, todo lo que ella hace es pasar su dedo y luego lamerlo.
—Geniales. A veces es muy desordenado y discutimos por eso, pero nada que un poco de ejercicio físico y buena conversación no puedan arreglar.
Igual él dice que yo soy algo maniática para ordenar.—Se complementan—señala Sabrina apuntándola con el tenedor—. Caramelito agrio y serio hacen una fusión que crea un caramelo amargamente maduro.
—No sé si tomarme eso como un halago, Sabrina— asegura Andrea sonriendo.
—Oh, es un cumplido.
— ¿Aun no estás hablándole a Rayan?
—No tengo nada que hablar con Rayan.
—Tienes mucho que hablar con Rayan.
—No.
—Yo creo que sí.
Todo lo que hago es observarlas llevarse la contraria sobre el tema de Rayan, me mantengo comiendo. Es genial que se enfoquen en ellas y no en mí, de esa manera me evito hablar sobre la vuelta completa que ha tenido mi vida en lo referente a Paul Coleman.
Tomo mi jugo de manzana y observo a la chica entusiasta acercándose a nuestra mesa. Cuando llega todo lo que hace es sacar una silla y emitir el más profundo de los suspiros. Nunca escuché un suspiro tan largo, eso me hace reír.
—Me he enamorado, Adre. Mi corazón se ha ido de mi pecho para seguir al amor de mi vida.
—Ya ¿Quién es el amor de tu vida de esta semana? O peor aún ¿Del día?
—Mata ilusiones.
—Es para lo que estoy, zorra literaria— le guiña un ojo. Yo río, de alguna manera la amiga de Andrea siempre me divierte, es bastante agradable, aunque alguna de sus locuras no logro comprenderlas.
—No entiendo por qué sigo siendo tu amiga— me ve y luego a Sabrina—. Ah, de mis estrellas favoritas, hola a ustedes 2 que me hacen sentir como una papa sucia.
—Pero si eres muy bonita— le dice Sabrina sonriendo.
—Aw, eres tan linda y amable. Yo pensé que tú ibas a ser como la chica mala de los libros, que es zorra y pretenciosa.
—Alexa—la interrumpe Andrea.
— ¿Qué? No me dejaste llegar al punto, el punto es que tú eres muy asombrosa y dulce, Sabrina.
—Gracias.
—Igual Sabri tampoco es una santa— digo guiñándole un ojo.
— ¿Me estás llamando zorra?
—No, solo te estoy invitando a decirle a Andrea como vas a salir a cenar con su primo el viernes.
— ¿Qué?
—Me invitó a cenar y yo acepté. Él es un buen hombre, divertido y atractivo ¿Te molesta que tenga una cita con tu primo?
—Para nada, solo estoy sorprendida— Andrea sacude su cabeza—. Pensé que él siempre bromeaba, cuando era un vago le decía que no era tu tipo y ahora... ¿Una cita?
—Solo saldremos a cenar.
—Brody se las trae—se ríe Alexa—. Si lo besas, luego dime qué se siente, siempre me ha dado curiosidad.
—Hasta yo tengo curiosidad— digo.
—No me des los detalles— implora Andrea—. Llévatelo en silencio.
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