Notas de un asesino. romance Capítulo 18

Una semana, una puta semana ha pasado desde que no veo al hijo de puta de Mikhail, después de que tuvimos una noche desenfrenada de pasión hizo una extraña y repentina desaparición.

Me encuentro en la cocina del departamento de Mikhail, alimentando a mi estómago. Ya que este gruñe demasiado y eso me incómoda, al terminar me dirijo a la puerta ya que esta es tocada, abro la puerta y me encuentro con un desconocido.

—¿Puedo ayudarle en algo?. —Es una persona de unos cuarenta años de edad. Su pelo es ligeramente rubio y sus ojos son un poco parecidos a los de Adler. Me mira interrogante y no me puedo evitar sentirme nerviosa y sobre todo presionada por su mirada. —¿Puedo ayudarlo en algo?. —vuelvo y repito porque noto que el señor que está frente a mi no tiene ganas de hablar.

Él pone planos sus labios y yo lo miro con una ceja arqueada. —¿Estas sola? — yo miro la estancia, y asomo la vista hacia afuera, si él intenta hacerme algo no lo lograra, es claro quién es más fuerte aquí.

—¿Qué necesita?

—Hablar con usted. —¡Pero cuanta cortesía! Sólo por eso lo dejaré entrar.

Le hago una mímica en acción a que pase y el lo hace, con sus manos frente a su abdomen, me dirijo a los muebles y le hago una señal para que tome asiento, el lo hace y yo me siento a unos centímetros de él.

—Mikhail Bakunin es mi hijo. —

—¿Quién rayos es, Mikhail Bakunin?. —le digo un poco confundida, la miro extrañada y él pone los ojos en blanco, creí que eso solo lo hacíamos los jóvenes.

—Mikhail Bakunin, mi hijo, el cual se mete entre tus piernas. —¿Pero qué...? —Mira jovencita, no sé que se te metió en la cabeza al meterte con mi hijo, Mikhail es la peor persona que ha podido nacer, no sé que te atrae a él, es un psicópata.

—Usted no sabe de lo que habla. —Él me mira con una sonrisa de burla en su rostro.

Al llegar a el lugar predeterminado entro arrastrando mis pies con pesar, sin ganas de nada, abro la puerta y noto algo raro en la casa y es que la puerta se ve que fue alterada, el cerrojo está roto y hay un gran agujero en la puerta. Entró a la casa y veo a una persona de pie frente a mi, tiene una mascarilla en el rostro.-Obviamente.-y lleva un traje completamente negro.

No puedo ver su rostro, pero veo como saca una pequeña cosas y lo tira al piso, yo miro el objeto y, él simplemente se encoge de hombros, noto como en el lugar se escucha un sonido, el cual es conocido a el que hace un neumático cuando se le está saliendo el aire, miro hacia abajo y..

—Mierda. —mis ojos comienzan a picar, en mi estómago se revuelven un sinnúmero de cosas, y simplemente puedo toser. Escupo porque no aguanto esto.

Antes de caer veo como aquella silueta se acerca a mi, y después que todo eso pasa pierdo la virtud de ver.

Ahora todo es negro.