Novia del Señor Millonario romance Capítulo 125

Resumo de Capítulo 125: Novia del Señor Millonario

Resumo de Capítulo 125 – Uma virada em Novia del Señor Millonario de Internet

Capítulo 125 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Novia del Señor Millonario, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura amor después del matrimonio, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.

Bella

Pisé fuerte y pude escuchar el sonido que hizo mi pie al entrar en contacto con el suelo.

Había recuperado la audición. Ahora ya podía escuchar.

No obstante, Herbert parecía no haberse dado cuenta de esto, ya que lo vi sacar su teléfono para tipear un mensaje.

"¿Qué pasa? ¿Te sientes mal? ¿Quieres que llame a un doctor?" Decía.

Tras leer el mensaje, pensé que no debía decirle aún que había recuperado la auddición, porque me gustaba sentir que él me cuidaba y se preocupaba por mí.

Me había estado cuidando y se había preocupado por mí porque yo estaba internada en el hospital y estaba herida.

Si se enteraba que ya me había recuperado, ¿seguiría cuidándome? ¿Qué iba a hacer para llevarme bien con él? Si sabía que ya podía oír, lo más probable era que peleáramos todo el tiempo, como antes.

¿Cuál era nuestra relación? ¿Exesposos? ¿Amantes? ¿Acaso éramos una pareja? Ninguna de estas alternativas parecía ser la correcta, ya que éramos un poco de todo eso.

De todos modos, quería que Herbert siguiera cuidándome y, al mismo tiempo, no quería enfrentarme a nuestra relación, que se había vuelto muy incómoda desde el divorcio.

Por eso decidí no contarle que ya había recuperado la audición, al menos no por el momento.

Mientras tanto, decidí pensar en cómo hacer que nuestra relación mejore.

La única conclusión a la que había podido llegar era que el amor era lo único que podía hacer que nos llevemos mejor. Si él continuaba viendo a Caroline, me negaría a seguir viéndolo, no importaba cuánto lo amaba.

No podía aceptar estar en un triángulo amoroso.

Sin embargo, no tenía el poder para controlar a Herbert, lo único que podía hacer era esforzarme por controlar mis sentimientos.

Cogí el teléfono para tipear mi respuesta. "Estoy bien", dije. " Lo que pasa es que mi periodo ha empezado, pero no tengo toallas sanitarias. ¿Crees que puedes comprarlas?"

"Sí, no te preocupes", Herbert se apresuró a escribir en su teléfono, después de leer mi mensaje. "Espera que iré a compar".

Luego se dio media vuelta y salió de la habitación.

Ahora que me había quedado sola, me sentía más relajada.

Me sentía muy bien y estaba de buen humor. Ya podía escuchar. Esta era la primera vez que descubría que mis oídos eran tan importantes.

Cuando abrí la ventana, pude escuchar el sonido del viento, junto con otros que provenían del exterior. Cerré los ojos y me deleité tratando de descifrar cada uno de los sonidos que, en conjunto, formaban una hermosa pieza musical.

Me quedé junto a la ventana durante un largo rato y, mientras pelaba una manzana, escuché pasos acercarse a la habitación.

Me quedé atónita por un momento, puesto que me temía que mi audición fuera mucho mejor que antes.

No quería voltear a mirar la puerta, pero al pensar que tal vez algo andaba mal, me volteé inconscientemente. A pesar de que ya había decidido no reaccionar ante ningún sonido, eso era lo que estaba haciendo.

De repente, por el rabillo del ojo vi a una figura que llevaba una bolsa grande en la mano caminando hacia mí.

Herbert extendió su mano y puso una bolsa de plástico sobre la cama. Luego sacó su teléfono y empezó a tipear un mensaje.

Aunque solo la había visto una vez, era obvio que Vivian era una mujer muy prepotente que no se disculpaba tan fácilmente con las personas, así les hubiera hecho daño. Ahora que tenía que disculparse conmigo, una persona sin poder ni dinero, se veía muy incómoda.

Aun así, me quedé sentada sin hacer nada.

"¿Por qué viniste?" Herbert preguntó, rompiendo el silencio.

Su voz era fuerte y severa, y me sorprendió un poco escucharlo así. Por otro lado, Vivian abrió la boca para responder, pero se contuvo y solo lo miró con una expresión desdeñosa.

"Vinimos a visitar a Bella". Klen respondió, volteando a ver a Vivian.

"Ella no necesita que la visites", Herbert dijo en un tono serio. "Klein, eres abogado y debes saber que si Bella termina perdiendo la audición de por vida, Vivian tendrá que ir a la cárcel".

"Todavía no sabemos lo que pasará con Bella", Klein agregó en voz baja después de ver que la expresión de Vivian se había vuelto sombría. "Si ella tiene secuelas, asumiremos toda la responsalidad".

"¿Asumir la responsabilidad?" Herbert preguntó, indignado. "¿Cómo piensas hacer eso?"

"Estamos dispuestos a pagar todos los gastos médicos y a compensar a Bella por su salud mental". Klein dijo mirándome. "Eso si es que la pérdida auditiva de Bella es temporal".

Cuando escuché esto, acepté sus propuestas para mis adentros.

Después de todo, como tenía que renunciar a la empresa, el dinero de su compensación me quitaría un peso de encima.

Sin embargo, sabía que perdería mi autoestima si terminaba haciendo eso, pero la gente como yo, que no tiene dinero, no podía darse el lujo de tener autoestima.

Eso era algo de lo que solo los ricos podían jactarse.

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