Novia del Señor Millonario romance Capítulo 163

Punto de vista de Bella:

Por la noche, me fui a casa.

Joey dijo: "Preparé la cena. Podemos tomar un poco de vino esta noche".

"De acuerdo." Asentí.

Pronto, la mesa se llenó de vino tinto y comida. Los platos preparados por Joey eran muy suntuosos, tanto que copaban todo el mantel.

Me sirvió una copa de vino tinto, la levantó y dijo con una sonrisa: "Vamos, de ahora en adelante, digamos adiós al pasado y comencemos una nueva vida. ¡Busquemos un trabajo juntas mañana!".

Dejé la copa en mi mano.

Entonces Joey preguntó: "Bella, ¿qué te pasa? ¿Todavía te sientes mal?".

"¡No!" Rápidamente levanté la mirada y negué con la cabeza.

Luego dije con seriedad: "Joey, lo he pensado durante toda una tarde y finalmente tomé una decisión".

"¿Qué decisión? No me asustes". Joey se veía seria.

"He decidido dejar esta ciudad por un tiempo y buscar un trabajo en la ciudad vecina". Contesté.

Al escuchar esto, Joey preguntó sorprendida: "¿La ciudad vecina? No tienes amigos ni parientes, y..."

Sé que Joey lo decía por mi propio bien, pero ya lo había decidido. La interrumpí. "Este lugar me produce demasiada tristeza. Cada sitio me resulta familiar y desgarra mis heridas. Necesito un nuevo entorno. ¡Tengo que irme!"

Joey bajó la cabeza y pensó durante unos minutos. Luego levantó la vista y dijo: "Te entiendo. Deberías cambiar de aire. El tiempo podrá hacer que olvides todo. De hecho, debería ir contigo, pero mi situación actual..."

Rápidamente tomé la mano de Joey y dije: "Joey, mi querida amiga, sé que quieres acompañarme, pero también sé lo difícil que es para ti. Debes regresar todas las semanas para cuidar a tu madre. Créeme, no será mucho tiempo. Puede que regrese después de recuperarme en un año o dos. Por cierto, todavía falta medio año para que venza el alquiler de la casa. Puedes seguir viviendo aquí. Acabo de recibir 2.000 dólares del banco. ¡Puedes usarlos tú!

Habiendo dicho eso, saqué algo de efectivo de mi bolso y lo puse sobre la mesa.

Joey inmediatamente negó con la cabeza: "No, has pagado medio año de alquiler por esta casa, lo cual ha resuelto mi problema actual. No puedo seguir tomando tu dinero. Tú también lo necesitas".

Sonreí y puse el dinero en la mano de Joey. "No te preocupes. Aún cuento con la compensación que me dieron Klein y Vivian, lo que será suficiente para vivir durante un tiempo. Ahora que Betty y Hank están casados, no tengo que seguir pagando sus gastos. Mi presión financiera se ha aliviado un poco. Esta vez perdiste tu trabajo por mi culpa, deberías aceptar este dinero".

Joey se quedó en silencio durante unos minutos y dijo: "Haz de cuenta que me has prestado el dinero. Te lo devolveré apenas pueda".

"¡Si llegas a tener dinero en el futuro, tendrás que pagarme el doble!" bromeé inmediatamente.

"Siempre y cuando haga una fortuna, podré pagarte incluso diez veces más. El principal problema es cuándo podré volverme rica". Joey suspiró.

"¡Tal vez pronto te cases con un hombre rico!" bromeé.

"Olvídalo. Confío más en mí misma. Tú encontraste un marido rico, pero..." Joey se detuvo de repente y se tapó la boca.

Si Caroline pudiera tratar bien a Lucas, sería muy bueno para él. Después de todo, necesitaba una familia saludable.

Esperaba que pudiera ser muy feliz en el futuro.

Me paré en el camino para irme...

El tiempo pasó rápido y pronto llegó la Navidad.

El festival era el día más concurrido aquí.

Me encontraba en un lugar llamado Wharton Mountain, una atracción turística que había sido fuertemente apoyada por el gobierno local. Para llamar la atención de la gente, aún permanecía abierto en días festivos.

He encontrado un trabajo en una agencia de viajes.

Debido a que Wharton Mountain era una atracción turística, el paisaje aquí era extremadamente hermoso y el aire fresco. Era un buen lugar para vacacionar.

Mi trabajo era bastante relajante, excepto por el festival.

El día de Navidad, la agencia de viajes estaba muy ocupada, por lo que, como representante comercial, no podía tomarme vacaciones. Después de todo, solo había seis personas en esta pequeña agencia. Por lo general, todos se llevaban bien entre sí y el jefe era muy amable.

Cuando había mucho trabajo, todos se ayudaban unos a otros. La gente de Wharton Mountain era muy sencilla y honesta, y no tan complicada como la gente de la gran empresa en la que había trabajado anteriormente.

Me gustaba mi situación actual, pero aún recordaba lo sucedido en el pasado...