Novia del Señor Millonario romance Capítulo 17

Bella

Cuando regresé a mi oficina, Joey se me acercó. "¿Para qué te dijo el jefe que fueras a su oficina?" Me preguntó.

Metí mi mano en el bolsillo inconscientemente y toqué la ropa interior. Por primera vez desde que nos conocimos decidí que tenía que mentirle, ya que lo que había pasado era muy vergonzoso.

"No fue nada", respondí, esquivando su mirada. "Solo quería hablar sobre el presupuesto". No era muy buena mintiendo y mis mejillas se pusieron rojas.

Joey inclinó la cabeza. "¿Por qué siento que el jefe es muy especial para ti?" Me preguntó en tono de broma.

"¿Qué hablas?" Exclamé de inmediato. "Si él me odia y quiere despedirme". Suspiré para que no se notara my nerviosismo. "Me iré de vacaciones unos días", le informé. "Trabaja duro en mi ausencia".

Luego cogí mi bolso y me fui.

No podía dejar que Joey me siguiera haciendo preguntas. Ella era muy suspicaz y podía sacarme la verdad, aunque yo no quisiera decírsela.

No quería tener malentendidos con ella y por nada del mundo quería que ella se enterara lo que había pasado con Herbert.

Después de salir del edificio, saqué la ropa interior de mi bolsillo y la tiré a la basura. Estaba muy enojada conmigo misma, por haberme puesto en esa situación tan humillante.

Al llegar a casa estaba tan cansada que me desmayé apenas entré en mi cama y, cuando me desperté, ya era el día siguente.

Me estiré, me volteé y volví a cerrar los ojos. No dormía en mi cama desde hace varios días. La había extrañado mucho.

De pronto, mi mano tocó mi teléfono por accidente. Lo cogí y miré mis notificaciones. Tenía ocho llamadas perdidas.

Todas eran de Hank. Al ver su nombre en mi pantalla, fruncí el ceño. ¿Tenía algo urgente que discutir conmigo? Decidí devolverle la llamada de inmediato.

"Bella, ¿dónde estás ahora? ¿Estás bien?" Fue lo primero que Hank me dijo cuando me contestó. "Te estuve llamando toda la noche. ¿Por qué no contestaste?"

"Me quedé dormida apenas llegué a casa", respondí. "Quería recuperar todo el sueño que había perdido, así que puse el teléfono en silencio y dormí todo lo que quise".

Tan pronto como terminé de decir esto, escuché a Hank soltar un suspiro de alivio. "Me alegro que estés bien", dijo. "Pensé que te había pasado algo malo".

Me conmoví mucho al escuchar sus palabras. Solo había dos personasn en todo el mundo que se preocupaban tanto por mí.

¿No decían que el amor se podía cultivar? Tal vez, si estábamos juntos por muchos años, terminaría enamorándome de él.

Por eso decidí aceptar la invitación de Hank.

Esta noche, mientras cenábamos, tuvimos una conversación muy agradable. Hank era muy amable y considerado conmigo. Cuando estaba con él, mi corazón se sentía muy tranquilo, como si estuviera en medio de un manantial.

Pronto, mis tres días de descanso llegaron a su fin.

Al cuarto día, me puse mis tacones altos y fui a trabajar sintiéndome de muy buen humor.

Levanté la barbilla e hinché mi pecho mientras caminaba por el pasillo. De repente, vi a dos personas caminando una al lado de la otra, en frente de mí.

Había un hombre, que vestía un traje negro y era muy guapo, aunque tenía un aura muy fría, y una mujer, que tenía cabello castaño rojizo rizado y estaba vestida como una agente a la moda.

Caminé hacia ellos y nos fuimos acercando cada vez más y más. Pese a que no quería verlos, no tenía dónde esconderme.