Novia del Señor Millonario romance Capítulo 190

El punto de vista de Bella:

"¿Cómo puedes comparar a Ryan con Hank? ¡Hank es un hombre responsable!", añadió Betty.

No pude evitar fruncir el ceño al escucharla.

No sabía si era una ilusión, pero tuve una sensación extraña.

Esa noche, me instalé en la casa de Hank.

Durante los días siguientes hice todo lo posible para ayudar a cuidar a Betty y su hijo. Descubrí que mi hermana dependía mucho de Hank. Debía consultar con él antes de tomar cada decisión.

Aunque Hank compró todo tipo de alimentos y le indicó a la niñera que los preparara para Betty, me di cuenta que su trato hacia ella era muy frío. Era amable, pero no se mostraba entusiasmado como marido. Y también era muy frío cuando estaba con el bebé.

Betty lo escuchaba mucho y, aunque Hank nunca perdía los estribos, era muy frío con ella. No le hablaba en absoluto. Pasaba muy poco tiempo en el dormitorio principal y casi todo su tiempo en casa se encerraba en el estudio.

Poco a poco me di cuenta de que Betty había cambiado mucho. Se había vuelto sensible, frágil y perdía los estribos con facilidad. Por supuesto, jamás demostraba esto frente a Hank. Delante de él era siempre muy amable.

Pronto había pasado más de medio mes con ellos. Me sentía deprimida y estaba siempre alerta para mantenerme a distancia de Hank. Después de todo, no quería tener ningún contacto con él que provocara un malentendido con Betty.

Planeaba irme en pocos días más.

Esa tarde, Betty y el bebé estaban dormidos, así que cerré suavemente la puerta del dormitorio principal.

La niñera estaba doblando la ropa. Me acerqué y le dije: "Yo termino con esto. Puedes ir a preparar la cena".

Esta niñera era muy profesional y yo trataba de ayudarla cuando tenía tiempo libre.

Después de doblar la ropa, me di la vuelta y encontré a Hank de pie detrás de mí.

Su presencia repentina me sobresaltó.

Lo miré atentamente. Hank tenía todo el aspecto de un caballero, con sus pantalones negros y su camisa blanca.

Pero sus palabras y su expresión eran muy extrañas, como si se hubiera tragado una mosca.

Después de vivir aquí durante tantos días y aunque Hank raramente me hablaba, a veces tenía la sensación de que sus ojos me seguían. Pero era solo una sensación, probablemente estaba exagerando.

Por otra parte, Betty había tratado de mantenerse lejos de mí y algunas veces me hablaba con sarcasmo.

Pensé que estaba un poco deprimida después del parto y no me lo tomé demasiado a pecho. Pero parecía que Hank se había dado cuenta.

"No es fácil ser madre primeriza. Tú eres su esposo, deberías prestarle más atención".

Dije eso esperando que demostrara un poco de preocupación por Betty.

Una sonrisa forzada apareció en su rostro. "Hice lo mejor que pude. Contraté a la mejor niñera y le compré los mejores tónicos. También compré las mejores cosas para el bebé".