Novia del Señor Millonario romance Capítulo 2

Resumo de Capítulo 2: Novia del Señor Millonario

Resumo de Capítulo 2 – Uma virada em Novia del Señor Millonario de Internet

Capítulo 2 mergulha o leitor em uma jornada emocional dentro do universo de Novia del Señor Millonario, escrito por Internet. Com traços marcantes da literatura amor después del matrimonio, este capítulo oferece um equilíbrio entre sentimento, tensão e revelações. Ideal para quem busca profundidade narrativa e conexões humanas reais.

Bella

No me atrevía a detenerme y caminé más rápido.

Si el hombre intentaba usar su fuerza para frenarme, era obvio que yo no fuera rival para él.

Por fortuna, no intentó alcanzarme.

Todavía tenía miedo y estaba temblando cuando salí del hotel. Puse mi mano sobre mi agitado corazón, agradeciendo que había sido muy rápida al huir.

En el futuro, ya no tendría nada que ver con ese hombre, puesto que no sabía su nombre ni dónde vivía. Ya no tenía que preocuparme más por él, así que me sentí más relajada.

Después de desayunar, decidí ir a la empresa y, cuando estaba a medio camino, recibí una llamada de Susan, mi madre.

"Hija, tu tío John cumple 60 años hoy", me djio cuando contesté. "Vamos a celebrar con un banquete en el hotel Conrad. Tienes que ir".

"No, mamá. No quiero ir". Respondí. Sabía que, si iba al banquete, tendría que ver a mi padre y a mi madrastra.

Pese a que ya era adulta, mi padre nos había engañado a mí y a mi madre y yo aún no podía perdonarlo.

"Tu tío John y tu tía Carter siempre han sido muy buenos contigo", mi madre dijo, intentando persuadirme. "Ellos fueron los que me dijeron que te invite".

Yo sabía que mis tíos siempre se habían portado bien conmigo. Cuando mi padre nos dejó, yo tenía menos de diez años. En ese entonces, si no hubiera sido por el tío John y la tía Carter, la vida de mi madre y la mía hubiera sido mucho más difícil de lo que había sido.

"Está bien, iré". Respondí, después de pensarlo por un momento.

"Por favor, no causes problemas cuando veas a tu padre". Mi madre me pidió en un tono suplicante.

"No te preocupes que ni él ni yo causaremos problemas". Dije antes de colgar el teléfono.

En aquel entonces, mi madre se había arrodillado en el suelo, delante de mi padre, suplicándole que no nos dejara. Mientras no se divorciaran y él pudiera darnos un hogar a las dos, ella había estado dispuesta a ignorar el amorío que él tenía.

Sin embargo, el desgraciado de mi padre no había estado satisfecho con ese arreglo y al final no solo se divorció de mi madre, sino que también se había llevado todo el dinero que teniamos, dejándonos sin un solo centavo y sin un lugar dónde vivir.

Después de eso, solo mi madre y yo sabíamos lo mucho que habíamos sufrido...

Cuando llegué a la empresa, despejé mi mente de esos recuerdos amargos. Había llegado justo a tiempo.

Fui hacia mi escritorio y Joey Farmiga, mi colega, se acercó a mí. "Hola, querida", me saludó. Estaba de buen humor esta mañana. "¿No terminaste con tu novio? No se nota tu tristeza".

Yo solía tener una buena relación con Joey y sabía que no había dicho eso con malas intenciones.

"Anoche me gasté 150 dólares en un pr*stituto, para consolar mi corazón herido", dije con una sonrisa.

"¿Tan poco?" Joey preguntó, curvando los labios. "Un hombre tan barato no puede haber sido muy bueno".

Tan pronto como escuché esto, supe que Joey no se lo había tomado en serio.

Ahora que lo pensaba bien, tenía que admitir que había ido muy lejos.

Pero el hombre me había mirado con desprecio.

Además, había sacado su billetera y pretendía pagarme, como si fuera una pr*stituta.

Yo solo había usado su mismo método y había hecho lo mismo que él quería hacer.

De repente, volví a la realidad al escuchar que todos los asistentes empezaban a aplaudir.

Un hombre guapo, que vestía un traje negro, entró en la sala de conferencias rodeado de gente.

Me quedé mirando ese hermoso rostro por varios segundos sin poder cerrar la boca por la sorpresa.

¿Por qué él estaba aquí?

Pensé que algo andaba mal con mi vista y me froté los ojos.

Cuando los volví a abrir, me di cuenta que el nuevo jefe era el hombre con el que me había acostado la noche anterior.

Había gastado 150 dóiares para acostarme con él y ahora veía que ese hombre era el nuevo jefe.

¡Dios mío! ¿Era demasiado tarde para salir corriendo de ahí?

Histórico de leitura

No history.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Novia del Señor Millonario