Novia del Señor Millonario romance Capítulo 324

Punto de vista de Bella:

A excepción de Herbert, ningún otro hombre podía hacerme sentir que mi corazón latía alocadamente.

Sabía que no me volvería a enamorar de ningún hombre, porque todavía lo amaba.

Pero no podía dejar ir el daño del pasado en mi corazón.

"¡Déjame ir!" Yo dije.

"No." Aunque la voz de Herbert era muy suave, su tono era muy firme.

En ese momento, se abrió la puerta de la sala y entró una enfermera con la bandeja de operaciones.

Solo entonces Herbert me soltó la mano.

Fue desafortunado para Herbert que conoció a una enfermera que no logró inyectarle la mano después de algunos intentos y estaba tan ansiosa que comenzó a sudar.

Herbert no estaba enojado. Sentí un poco de pena por el dorso de su mano. Pero cuando vi su mirada despreocupada, pensé que tal vez no dolía.

Pronto, la enfermera insertó con éxito la aguja en el vaso sanguíneo de Herbert y luego colgó la botella de infusión en la rejilla de goteo. Después de dar algunas instrucciones, se fue con una sonrisa.

Por un momento, la sala estuvo en silencio. Bajo la mirada de Herbert, sentí que la atmósfera en la escena era un poco extraña. Mirando por la ventana oscura, dije: "Lucas y Lucky todavía están en casa. Joey no puede lidiar con ellos solo. Volveré primero".

"Está bien. Los niños te necesitan". Herbert dijo.

Después de eso, di media vuelta y caminé en dirección a la puerta.

Tan pronto como sostuve la manija de la puerta, me detuve. Entonces, de repente, me di la vuelta y miré a Herbert, que estaba acostado en la cama del hospital. "Esto sucedió por mi familia. Yo pagaré los gastos médicos".

Al escuchar esto, Herbert frunció el ceño y su rostro se puso feo.

"Pero lo siento mucho. Las cifras de su nutrición y salarios perdidos son demasiado altas para que las pague", dije con una sonrisa.

Al escuchar esto, los ojos de Herbert estaban un poco tristes. "¿Tienes que ser tan calculador conmigo? ¿De verdad me tratas como a un extraño?"

"¡Por supuesto que no!" Fruncí los labios en una sonrisa y le expliqué: "Tú eres el padre de mi hijo y mi hija".

"Mi querido hijo." Una sonrisa apareció inmediatamente en el rostro de Herbert.

Cuando entré en la sala, de repente vi a una chica elegante parada frente a la cama del hospital, con un ramo de flores en la mano. Obviamente, estaba aquí para ver a Herbert.

Aunque la chica de moda estaba de espaldas a mí en este momento y no podía ver su rostro con claridad, todavía podía ver su figura alta. Tenía el pelo rizado y vestía un traje profesional blanco. Un par de tacones altos color perla la hacían parecer aún más alta.

Había un invitado que estaba aquí de visita. Estaba un poco indeciso y no sabía si debía entrar en este momento.

En este momento, Lucas de repente miró a la chica de moda, y luego agarró la mano de Herbert y preguntó mientras la estrechaba: "Papá, ¿quién es esta hermosa mujer?"

En este momento, Herbert ya me había visto parado en la puerta. Luego volvió los ojos hacia la carita infantil de Lucas y respondió: "Ella es una amiga en el trabajo".

Su respuesta fue muy hábil. Dijo que ella era una amiga en el trabajo. Es decir, solo hablaban de negocios y no tenían ninguna relación personal.

Al escuchar esta presentación, la chica elegante pareció un poco avergonzada. Miró a Lucas y preguntó: "Sr. Wharton, ¿este niño es su hijo?".

"¿No nos parecemos? Esta es una de las mejores obras de mi vida". Herbert dijo con una sonrisa.