Novia del Señor Millonario romance Capítulo 89

Bella.

"No trabajé porque estuve embarazada durante ese período de tiempo", respondí con la verdad.

El joven entrevistador asintió y luego se volteó para deliberar con la examinadora en voz baja.

La mujer me dijo con seriedad: "Señorita Stepanek, la entrevista de hoy ha culminado. Retírese y espere noticias".

"Está bien", respondí. Estaba segura que definitivamente no me contratarían. Además, no tuve un buen desempeño.

Sin embargo, aún tenía que ser amable, así que asentí con una sonrisa en los labios y después me fui de la oficina.

Por la noche, cuando Joey llegó a casa, yo estaba acostada en la cama con una mascarilla puesta. Ella dijo: "Ey, te envidio mucho. Ya estoy harta de trabajar horas extras. En cambio tú, estás tranquila aquí con una mascarilla en la cara preparándote para dormir".

"¿Crees que no me gustaría hacer horas extras? Necesito trabajar lo antes posible", expliqué con frustración.

"Por cierto, ¿cómo te fue en la entrevista que tuviste hoy?", preguntó Joey mientras se quitaba la ropa.

"¡Solo diré una oración!", levanté dos dedos.

"¿Qué pasó?", interrogó Joey.

"¡Estoy segura de que no me elegirán!", contesté.

Me lamenté y dije: "Mis respuestas divirtieron al examinador. ¿Puedo tener esperanzas de que me contraten?".

Al recordar la cara de sorpresa de la entrevistadora de hoy y cómo el más joven de ellos no pudo contener la risa, me sentí bastante satisfecha. Después de todo, nunca me había sentido con tanta libertad para expresar mis ideas frente a un líder.

Sonó un timbre.

Había sido mi teléfono.

"Tienes un correo electrónico. Apúrate y verifica si te aceptaron en algún trabajo", dijo Joey emocionada.

"Seguramente es un correo sin importancia", comenté y no revisé mi celular. No tenía puestas mis esperanzas en la entrevista de hoy.

"¿Puedes mirarlo?", dijo Joey mientras me llevaba el teléfono.

Agarré el celular y lo revisé. El correo me dejó sorprendida.

"¿Qué sucede? ¡Me estás asustando!", dijo Joey mientras me miraba con asombro.

Tomé aire por un instante y dije: "¡Me dieron el trabajo!".

Cuando Joey escuchó esto, rápidamente preguntó: "¿Es el puesto de gerente financiero en ese departamento legal?".

"Sí", confirmé.

Al oír esto, Joey no pudo evitar reírse felizmente y dijo: "¿Cómo tienes tanta suerte? ¿De cuánto es tu salario mensual?".

"Tengo buenos beneficios. Estaré a prueba por tres meses, con un salario básico de 1500 dólares. Pero al pasar a ser personal permanente, mi sueldo será de 2000 dólares. También tendré una dieta para mis comidas, ¡te recompensan por asistencia perfecta y te otorgan bonos!". Me encontraba muy contenta y satisfecha con ese trabajo.

"¿Un salario más alto que el del Grupo Wharton?", preguntó Joey mirándome fijamente.

"¡Sí!", asentí y me recosté sobre la cama.

Definitivamente esto que me estaba pasando fue la cosa más feliz que había sentido en mucho tiempo. Últimamente había estado malhumorada.

Al final obtuve un buen resultado.

Sin embargo, había algo que me preocupaba. ¿Qué pasaría si me consiguiera a mis antiguos compañeros o peor aún con Herbert?

Me llené de dudas por un instante, pero inmediatamente me tranquilicé.

No creo que ocurriera ningún problema.

Cuando miré su rostro, me quedé estupefacta.

Klein soltó la risa, revelando su blanca dentadura. "¿Te sorprende encontrarme aquí?", preguntó.

Nunca me pasó por la cabeza que el joven que estaba sentado al lado de la entrevistadora era el director y abogado principal de este departamento legal, Klein.

Yo no sabía que él era el examinador principal, por lo que estaba un poco avergonzada. Después de todo, mi desempeño el día anterior había sido bastante sencillo.

"Creía... que el director y abogado principal del bufete QW era un anciano", dije con un tono halagador.

Al oír estas palabras, Klein soltó la risa. Mirándome fijamente, contestó: "No eres tan sincera como ayer".

Mi cara se puso caliente. Tuve ganas de decir algo, pero él continuó: "¿Sabes por qué te elegí como mi gerente financiero?".

Negué haciendo un gesto con mi cabeza. Pasé la noche preguntándome eso.

Era capaz de responder preguntas sobre mi profesión, pero no pensaba que era la mejor entre todos los aspirantes. ¿Será por qué a Klein le parecieron originales mis respuestas?

Pasado un rato, la expresión de la cara de Klein se volvió imponente cuando dijo: "Porque me gusta tu honestidad. Necesito un gerente financiero que me hable con la verdad. Mi trabajo consiste en atender casos y administrar este bufete de abogados, por lo que siempre estoy ocupado para atender las finanzas. Así que no quiero estar jugando a las adivinanzas con mi gerente. Espero que continúes así de sincera. ¿Puedes hacerlo?".

Estas palabras avivaron mi entusiasmo por el cargo. Este jefe era excelente.

En realidad, esta era la manera como me quería comportar. Solo deseaba trabajar y comunicarle al jefe la situación real del trabajo. No quería someterme a cosas desordenadas y complicadas. Yo solo tenía que ser responsable por mi trabajo.

"¡Sí!", respondí sin dudar.

Klein sonrió, luego se levantó y extendió su mano hacia mí.

Al ver la mano, no dudé y estiré la mía para estrecharla.

Este era un nuevo puesto laboral y un nuevo comienzo.