Becky
Me doy cuenta de que todos en esta familia son maravillosos, no solo Lucas sino también su hermana. Comprendo también que Lucas la quiere muchísimo y eso solo hace que me sienta todavía más atraída hacia él.
Bajamos de la colina donde su hermana vive mucho más rápida de lo que me costó subir. Fue agradable salir de casa y charlar un poco con alguien más que Lucas o su gato. Además, me sentí una vez más como si estuviera realmente teniendo una vida común, una vida como la que solía desear.
No sé realmente si siempre pensé que me casaría con Ben, pero siempre desee tener algo así como un apoyo, ir a cenar con la familia y vivir, sentirme cuidada, pero siento también que he perdido una parte importante de eso. Pues mi familia simplemente prefirió ignorarme y apartarme antes de cuestionar si realmente fui yo quien falló en esta situación.
—¿Por qué estás así Beatriz? — Lucas me mira cuando llegamos al final de la colina — parecías feliz hace unos minutos, pero ahora siento que estás a punto de comenzar a llorar.
Lo miro durante un minuto, me dejo llevar por mis propias emociones y me abrazo a su cuerpo mientras él acaricia mi espalda en silencio esperando a que le dé una respuesta. Así que tomo unas cuantas respiraciones antes de hablar con sinceridad.
—Pensaba en mi familia, en la forma en que echaron — niego — pensé que tenías una familia muy hermosa y que quizás yo no pueda darle eso a mis hijos porque sus abuelos creen que soy una pecadora — cierro mis ojos — siento que estoy haciendo mal a mis hijos incluso ahora que no han nacido.
—Te dije que no dijeras eso nunca más — gruñe el hombre que me abraza — si tus padres no quieren formar parte de tu vida o de esos bebés es su asunto — me hace mirarlo a la cara — te prometí que te cuidaría y te exigí que dejaras de pensar que estás haciendo algo malo o que harás algo malo para tus en el futuro — me toma de las manos — así que sonríe más, te dije que tus bebés no deberían estar tristes.
Él suelta una de mis manos para llevarla a mi vientre, me acaricia ligeramente antes de besarme en los labios. Mi corazón se llena de esa seguridad que siempre me causa estar con él. Lucas abre mi puerta antes de ayudarme a colocar el cinturón de seguridad.
Sube a su asiento un minuto después, prende su auto y conduce de regreso a la casa sin decirme mucho. Una vez llegamos me doy una ducha relajante, el hambre vuelve una vez más, así que termino tomando uno de los sándwiches que dejé en la nevera hoy en la mañana.
—Puedo ver que estás comiendo bien — me sonríe — no puedo esperar a verte aún más rellenita — bebe tranquilamente su té — ¿Deberíamos dormir juntos hoy?
Esas palabras me hacen sonrojar, no sé qué decir o mejor dicho, no sé cómo decirlo porque nunca nadie me ha preguntado tan directamente si debería o no dormir con él. Lucas parece entenderme por qué lleva sus manos hasta mi barbilla y me da un pequeño beso en los labios.
Es un beso pequeño, pero tentador, me hace acercarme aún más a su cuerpo, hundo mi rostro contra su camisa de pijama, acaricio distraídamente su espalda mientras él besa delicadamente la coronilla de mi cabello y soy feliz puede que este hombre no me pertenezca y puede que estas cosas terminen cuando nuestro acuerdo termine, pero lo quiero disfrutar.
Quiero al menos poder mantener esto en mis recuerdos cuando me marche, nos quedamos en silencio en medio de la cocina. Lucas bebe completamente su té antes de llevarme con él hasta la sala de estar. Me abrazo a Lucas sentados en el sofá con cuidado, me dejo llevar por la cálida sensación que produce estar cerca de él y ni siquiera me doy cuenta cuando el sueño se apodera de mí.

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