Pedido de Amor romance Capítulo 263

Tomó sus propias decisiones sobre sus asuntos.

Por el contrario, Ivana vio que el ceño de Selena se fruncía ligeramente, como si estuviera pensando, y no parecía querer aceptar, e inmediatamente dijo:

—En realidad, si no quieres, puedo...

¡Más dinero!

Sólo que antes de que pudiera terminar su frase, Selena la interrumpió inmediatamente:

—Sí, claro que estoy de acuerdo, ¡por qué no! Arreglemos esto felizmente, ¿tenemos un contrato? Firmemos el contrato ahora.

Ella tenía miedo de que si no firmaba el contrato ahora, los 300.000 que tenía en la boca se esfumaran después.

Ivana no pudo evitar quedarse mirando.

Sin duda, había una razón por la que el jefe era el jefe, podía ver las cosas como eran.

Decir que los trescientos mil de Selena debería ser un trato, y realmente lo era.

—¿Trescientos mil y es un trato? Selena, ¿eres estúpida? Dado que su empresa te busca como portavoz, deben haberte visto, así que al menos deberías subir el precio. Qué tonta.

Susana, que estaba sentada en el borde de la cama, ni siquiera podía apartar la mirada, pensando que Selena era demasiado real.

—¿Puedes añadir más?

La razón por la que Selena no se lo pidió a Ivana fue que sabía que podía conseguir 50.000 euros por su aparición y 300.000 por su apoyo como alguien que nunca había paseado en público, así que no subió su precio. Pero en este momento, escuchando las palabras de Susana, sí tiene sentido.

—Supongo que... está bien —Ivana respondió de mala gana y volvió a preguntar:

—¿Cuánto quieres subir?.

La razón por la que era tan reticente era que no sabía qué cantidad era la adecuada para añadir a Selena de golpe.

—¡Al menos medio millón! —Susana estiró la mano izquierda y extendió cinco dedos, antes de inclinar la cabeza para mirar a Aarón, que estaba sentado a un lado, y dirigir una mirada a Ivana.

Como si dijera: Selena es ahora el hombre de la familia Tamayo, tú das 300.000 y la familia Tamayo estará de acuerdo?

—Trescientos mil serán suficientes, está decidido.

Inmediatamente después de que Susana terminara de hablar, Selena añadió.

Lo había visto claramente en sus ojos cuando Susana acababa de lanzar una mirada a Ivana.

Y lo último que quería Selena ahora mismo era estar involucrada con Aaron en todo momento, hasta el punto de que hablar de ello haría que un sinfín de personas vetaran sus capacidades personales.

Al igual que la empresa de bodas.

Aunque los clientes son traídos por la familia Tamayo, ella también ha trabajado y puesto su propio esfuerzo.

Incontables días y noches, planificando con el equipo, dando la «respuesta» más satisfactoria con el cliente y organizando el trabajo, ¿no hay un ápice de fuerza para hablar?

—Hey Selena, estás fuera de tu mente...

—Estoy un poco cansada y quiero echarme una siesta. Se hace tarde, ustedes deberían volver primero.

Selena no quería escuchar a Susana seguir dándole vueltas al asunto.

Susana estaba un poco desamparada, así que salió de la sala con Ivana.

Cuando se fueron, Selena se quedó en la cama sumida en sus pensamientos.

Cuando había estado dispuesta a ser la ahijada de la señora Patricia, había querido confiar en el poder de la familia Tamayo para protegerla, pero no había imaginado que ese «poder» se volvería contra ella y tendría una serie de repercusiones.

Se preguntó si realmente había tomado la decisión correcta.

—¿Qué tienes en mente?

A su lado, Aarón se acercó, y al ver sus ojos abiertos y perdidos en sus pensamientos mientras miraba el techo, supo que estaba preocupada.

—Nada.

Selena negó con la cabeza:

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