Perdida Ficticia, Amor Genuino Redescubierto romance Capítulo 24

Afortunadamente, tal vez por influencia de Joaquín, las noticias de primera plana de Valle Nubiria de hoy no mencionaban nada sobre la propuesta de matrimonio de Ander, sino que se centraban en la aclaración de Rubén sobre su matrimonio.

Además, el departamento de relaciones públicas de Simpo tomó medidas inmediatas y demandó a las revistas de entretenimiento que fueron las primeras en informar sobre su matrimonio con Roxana.

El hecho de que Rubén tuviera una ex esposa llamada Leonor también se hizo público.

Todo se volvió instantáneamente más complicado y confuso.

Leila apagó su celular, dejó de lado esas noticias irrelevantes y se dirigió al lugar donde había solicitado trabajo.

Leila pensaba que encontrar trabajo en Valle Nubiria no debería ser difícil, ya que había mucha gente que venía a esta ciudad a trabajar, no podría ser que ni siquiera pudiera encontrar un trabajo común, pero la gran ciudad le demostró con hechos que estaba siendo demasiado ingenua.

Leila lo intentó todo, desde los puestos de trabajo mejor remunerados hasta los peores, pero siempre fue rechazada de manera educada.

Ander, de alguna manera, encontró su número de teléfono y llamó justo cuando estaba sentada en la acera, un poco deprimida.

Al ver un número desconocido, Leila pensó que había conseguido un trabajo, se emocionó por un instante, hasta que oyó la voz familiar de Ander al otro lado del teléfono: "Gira."

Leila se giró sorprendida y vio a Ander, vestido con un traje casual, de pie al otro lado de la calle, detrás de ella.

Los dos estaban con sus celulares, mirándose desde lados opuestos de la calle.

No fue hasta que se cambió a luz verde que los autos empezaron a pasar.

Leila, todavía sostenía su celular, estaba atónita. Mientras tanto, Ander comenzó a caminar hacia ella.

Llevaba un par de zapatos impecablemente blancos que destacaban en el paso de cebra. Leila bajó lentamente su celular, sin apartar la vista del hombre que se acercaba a ella.

Cuando finalmente reaccionó y trató de alejarse, Ander la abrazó repentinamente, en medio de la multitud.

Karl asintió y dijo: "Sr. Estévez, puede estar tranquilo."

El Porsche pasó junto a Leila. Leila apartó a Ander y lo miró tranquilamente, como si fuera un extraño, y dijo: "Sr. Rodríguez, no seas tan efusivo. Con un saludo normal estaría bien, no un abrazo."

"No finjas que somos extraños, después de todo, voy a ser tu pareja en el futuro." La boca de Ander se curvó hacia arriba, revelando una sonrisa traviesa.

"Sr. Rodríguez, tú eres de buena familia y educado. ¿Realmente tienes que escogerme?" Dijo Leila, y luego no pudo evitar reír y se dio la vuelta para irse.

Ander la siguió rápidamente, notó el currículum en su mano y preguntó: "¿Estás buscando trabajo?"

"Sí." Leila respondió cortésmente.

"Mi empresa está buscando gente. ¿Quieres intentarlo?" Ander tomó el currículum de Leila y le ofreció el trabajo con una sonrisa.