Prometida con el mafioso romance Capítulo 1

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Punto de vista de Sofía

"Siéntate, Sofía", murmuró papá, mientras hacía un gesto hacia el asiento frente a él y mamá, me hundí en este con gracia y le agradecí antes de que continuara.

Mi corazón ya latía rápido, había comenzado a correr desenfrenadamente desde el momento en que nuestra ama de llaves vino a mi habitación para informarme que mis padres querían hablar conmigo en este mismo instante. Una parte de mí ya había imaginado por qué me habían convocado, había estado temiendo esta "charla" en particular desde el día en que cumplí dieciocho años, hace dos meses.

"¿Sabes por qué te he llamado?" Preguntó papá y sacudí la cabeza de inmediato, rezando en silencio para que no terminara siendo lo que ya estaba empezando a pensar. Papá tomó su vaso lleno de whisky y dio un sorbo antes de devolverlo a la mesa. Mi madre estaba sentada a su lado con la cara inexpresiva como de costumbre, su cabello estaba recogido en su cabeza de manera ordenada y apretada, un solo mechón no podría escapar hasta que ella misma sacara el pasador.

"Tienes dieciocho años ya, Sofía", comenzó a decir mi padre y sentí que mi corazón se hundía en mi estómago con un golpe, lo que iba a decir ya era bastante obvio.

"Ya estás lista para casarte, es por eso por lo que hemos comenzado los preparativos de tu boda en el momento en que cumpliste los dieciocho. Te casarás en una semana y todo lo que tienes que hacer es relajarte y hacer lo que tu mamá y sus hermanas te pidan que hagas".

"¿Qué?" Exclamé urgentemente con el corazón apretado contra el interior de mi pecho, parpadeando incrédula , pasando de la cara de mi padre a la cara inexpresiva de mi madre.

Sabía que me iba a casar con uno de los hijos de los soldados o generales desde que tenía trece años, había sido consciente y me habían educado para ser una buena y obediente esposa de quien terminara siendo elegido para mí. Era tradición para los padres en nuestro mundo casar a sus hijas con hombres elegibles que ocuparan puestos lo suficientemente dignos como para beneficiarlos de una forma u otra.

"Te casarás con Luca Ricci en una semana", declaró papá y mi boca se abrió de inmediato.

¿Luca?

¿El señor Luca Ricci?

"¡Um, ¿Señor Luca?! ¿El señor de la mafia?" Susurré con los ojos muy abiertos y el corazón latiendo descontroladamente contra mis costillas, mis manos empezaban a temblar debido a lo cerca que estaba de perder el control de mis emociones y apreté mis manos juntas e inhalé profundamente lo más silenciosamente posible.

"Sí, Sofía. El señor Luca Ricci ha solicitado tu mano en matrimonio y todo ha estado en preparación desde entonces. Deberías sentirte realmente honrada de que alguien tan poderoso como él quiera casarse con alguien de nuestra familia, a pesar de que hay generales de mayor rango con hijas de las que podría elegir". Finalmente dijo mi madre desde el momento en que entré en la oficina y parpadeé ante ella con lágrimas picando en mis ojos.

"Pero él es mucho mayor que yo", intenté razonar con ellos en un susurro tenso, mi voz rompiéndose sin vergüenza, sintiéndome débil e impotente como nunca. ¿Qué podía hacer?

¿No tenía como cincuenta años?

"La edad es solo un número, y, además, solo tiene dieciocho años más que tú". Mi padre desestimó mi protesta de inmediato mientras daba otro sorbo a su whisky.

"No quiero casarme con él, padre", comencé a decir, sabiendo que estaba cavando mi propia tumba al expresar mis propios pensamientos, pero sin tener otra opción, "Cualquiera menos él, padre. Él es aterrador y despiadado, tú mismo lo has dicho innumerables veces. He escuchado tantos rumores sobre él, detalles aterradores sobre él. Por favor, padre..."