Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 118

¿Vendiendo óvulos? ¿Y estaba hablando español?

Evrie levantó la cabeza, se contuvo la respiración sin darse cuenta y escuchó en silencio.

La chica de al lado debía estar hablando por teléfono, no sabía qué le estaban diciendo, pero la voz de la chica sonaba cautelosa.

—Yo, tengo veinte años, estoy sana, no tengo antecedentes de enfermedades hereditarias...—

—Está bien, está bien, iré esta tarde. —

Cuando la conversación terminó, el ruido en la cabina de al lado cesó y después de un rato, se escuchó el sonido de un inodoro descargando.

Evrie sintió una punzada en el corazón y, sin poder evitarlo, se mordió el labio.

Ella casi podía recordar cómo era ella misma hace unos meses, también era cautelosa y estaba ansiosa por vender sus óvulos para conseguir dinero.

Probablemente todas las chicas que llegan a este punto están desesperadas por ganar algo de dinero.

Pensativa y llena de dudas, Evrie giró la manija de la puerta de su cabina y salió.

El lugar estaba vacío, sin nadie alrededor, y la cabina de al lado aún estaba cerrada, la persona de dentro todavía no había salido.

Evrie miró fijamente esa puerta, esperando en silencio durante mucho tiempo. Al poco tiempo, la puerta de la cabina se abrió y salió una chica con ropa sencilla y con un peinado de cola de caballo.

Era claramente una chica joven, de unos veinte años.

Evrie estaba segura de que no se equivocaba de persona.

Cuando la chica pasó por su lado, Evrie de repente la llamó.

—Espera. —

La chica miró a Evrie con sorpresa, asegurándose de que no la conocía, y una expresión de desconcierto cruzó su rostro.

—¿Me estás llamando a mí? — le preguntó, señalándose a sí misma.

Su voz suave y baja era exactamente como la voz que Evrie había escuchado en el baño, estaba segura de que era ella. Miró alrededor para asegurarse de que no había nadie y luego reunió el coraje para hablarle a la chica.

—No vendas tus óvulos. — le dijo.

—¿Qué? — La expresión de la chica cambió instantáneamente, y un atisbo de pánico y miedo cruzó rápidamente sus ojos.

Alguien había escuchado su conversación telefónica en el baño, qué vergüenza.

Evrie apretó los labios, mirándola seriamente mientras decía —Vender óvulos es muy peligroso. Puede ocasionarte dolor abdominal, náuseas, vómitos, aumento de los ovarios, dificultad para respirar y otros problemas. En el peor de los casos, puedes contraer hepatitis B, sífilis, VIH y otras enfermedades infecciosas que pueden arruinar tu vida. —

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