Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 136

Los ojos oscuros de Farel la miraban fijamente, con un aire que parecía tener un significado profundo.

—Entonces, ¿te escondes de mí por ella? —

Evrie bajó la mirada, algo mortificada. —Antes pensaba que estabas soltero...—

Si hubiera sabido que él ya tenía pareja, jamás se hubiera entrometido en el matrimonio o la relación de otros.

Eso no estaba bien.

Incluso si en el pasado había cometido errores, ella siempre se guiaba por el principio de no dañar a terceros, asumiendo las consecuencias por sí misma.

Pero ahora las cosas eran diferentes.

Con la aparición de Olivia, ya no era una situación que solo los involucraba a los dos, incluso había afectado los sentimientos de Olivia, robándole su hombre.

Cuando Farel intentó tomar su mano de nuevo, Evrie, rápida de reflejos, retrocedió dos pasos, evitando su contacto.

Farel casi rio de la rabia. —Evrie, ¿otra vez estás siendo terca, eh? ¿Todo por una prometida inexistente? —

Evrie mantuvo su distancia.

—Deberíamos... terminar esto. —

—De ahora en adelante solo te devolveré el dinero, no tendrán que pasar más cosas entre nosotros, y si no estás satisfecho, puedo añadir intereses, lo que sea, pero terminemos esto. —

Farel sintió que el aire se le atascaba en el pecho.

Con los ojos entrecerrados y sin un ápice de calidez en su voz, le dijo: —¿Quieres terminar? ¿Crees que tienes el derecho de querer terminar conmigo? —

—No quiero dañar a nadie. —

—¿Crees que tú, solo por ti misma, podrías dañar a Olivia? — Farel se burló con frialdad. —Ingenua, tonta, no sabes lo que dices. —

Evrie se irritó. —Yo también tengo mis principios, no quiero ser una amante en un matrimonio roto, Dr. Farel, si tú no tienes sentido de la moral, al menos entiende los límites de los demás. —

Farel... —

Era increíble.

Era la primera vez que alguien decía que él carecía de sentido moral.

Pero frente a esta mujer obstinada, no tenía argumentos.

De hecho, tenía mil maneras de hacer que ella se sometiera en este sentimiento de "moralidad", de tenerla bajo él, jugando y suplicando por su atención, rompiendo su orgullo poco a poco.

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