Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 364

Victoria se quedó paralizada unos segundos.

Casi no logra reaccionar.

Hacía días que no veía a la muchacha y su carácter se había vuelto tan recio.

Parecía que Farel la había malacostumbrado y era hora de que aprendiera algunas reglas.

Observó a Evrie y con tranquilidad comenzó a hablar—Después de todo, vas a casarte con mi hijo, y aunque las condiciones de nuestros hogares no son las mismas, debes conocer las normas. Te he inscrito en una clase de etiqueta, desde ahora, todo lo que te falta saber, deberás aprenderlo.—

¿Clase de etiqueta?

¿Quiere decir que tengo que aprender modales y comportamiento?

Evrie echó un vistazo al reloj y preguntó—¿Justo ahora?—

—Sí.—

—Pero tengo trabajo esta tarde.—

—Entonces pide permiso.—

Victoria lo dijo como si fuera obvio, sin darle espacio a la negativa.

Evrie se quedó parada, sin moverse.

—Señora, no todos los días de trabajo se pueden tomar a la ligera para pedir permiso.—

—Bien dicho. —Victoria soltó una risita burlona—. Y no todas las chicas del montón pueden casarse con Farel. La nuera de la Familia Haro puede no trabajar, pero definitivamente no puede carecer de dignidad. Señorita Evrie, si quien estuviera aquí hoy fuera Olivia, seguramente hubiera tomado la decisión correcta hace tiempo.—

El corazón de Evrie se estremeció.

Ella había crecido en el campo y no entendía estas reglas de clase.

Pero cuando se mencionaba a Olivia, aun así, sentía el pinchazo.

—Si es muy complicado para ti, puedo intervenir personalmente. —Victoria sacó su teléfono y le preguntó con indiferencia—. ¿Necesitas que llame a Simeón?

Esto era como obligar a la oca a subir al estante.

Si Evrie no aceptaba, Victoria llamaría a Simeón en cualquier momento.

Evrie se apresuró a negar con la cabeza—No hay necesidad, iré con usted.—

No quería molestar a su jefe por una tontería.

Evrie entró al carro y se abrochó el cinturón de seguridad como era debido.

El vehículo partió con suavidad.

—¿Podríamos pasar por la Plaza de Plata? Necesito entregar unos documentos.—

En el camino, Evrie no olvidó su trabajo.

Aunque no podía estar en la inspección ese día, podía dejar los planos con antelación, ya que tendría colegas esperando en el sitio.

Victoria la miró de reojo y con un tono indiferente comentó—Parece que nunca puedes olvidar tu trabajo.—

—Es mi carrera, es la base de mi subsistencia, debo ser responsable de mi futuro.—

Evrie respondió con calma, sin ceder un ápice.

Victoria se sorprendió un poco.

No esperaba que fuera tan adicta a su carrera.

Después de todo, ese trabajo de andar por las obras simplemente no era presentable.

No complicó más a Evrie y simplemente ordenó al conductor.

—Conductor, vamos a la Plaza de Plata.—

—Como ordene, señora.—

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