Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 410

Evrie retiró su mano rápidamente.

No se atrevía a apostar, temía que él volviera a perder el control.

—No soy muy valiente, mejor no siento nada, vámonos a dormir, buenas noches. —

De inmediato cerró los ojos.

No quería provocarlo más.

En la oscuridad, reinaba el silencio.

El aire pronto se llenó con su respiración regular, parecía que dormía profundamente.

Farel, abrazando su cintura, tocó la suave piel bajo su pijama y enterró su barbilla en su cabello.

—Buenas noches. —le murmuró bajito, —Estoy aquí para lo que te haga falta.—

Al día siguiente, Evrie comenzó su trabajo oficialmente.

A diferencia de antes, Farel realmente le había asignado un guardaespaldas y también le había provisto un coche.

Para que, en su ausencia, ella pudiera tener un vehículo a su disposición en cualquier momento.

Al partir, Farel golpeó la ventana del coche y le recordó a Evrie: —Cualquier cosa que suceda, llámame en cualquier momento. —

Evrie asintió: —Está bien, lo sé. —

—Repite lo que acabo de decir. —

—…—Evrie le repitió en silencio, —Cualquier cosa que suceda, te llamaré en cualquier momento. —

Farel se tranquilizó y se fue en su auto.

Tenía una reunión de emergencia ese día y no podía llevarla personalmente.

Evrie, sentada en el asiento trasero del coche, comenzó a hablar con su guardaespaldas.

—Disculpe, ¿cómo se llama?—

—Señora, me llamo Joan, si necesita algo, solo dígame. —

Evrie se sintió incómoda de inmediato: —No hace falta que me llame señora, puede llamarme por mi nombre, no estoy acostumbrada a que me llamen señora. —

Joan pareció pensarlo por un momento y luego le dijo: —Entonces, ¿puedo llamarla Evrie? —

—¡Por supuesto! —

Evrie aceptó de inmediato.

Ese apodo era mucho mejor que "señora".

Se sintió menos presionada.

Después de hablar un rato, Evrie descubrió que Joan era un exmilitar, muy hábil y con buenos reflejos.

Farel se había esforzado mucho en traerlo.

Por la seguridad que le proporcionaba, los días siguientes transcurrieron sin problemas y nadie más causó problemas.

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