Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 416

Evrie se sonrojó y con la velocidad del rayo, lo empujó lejos.

—¡El semáforo está en verde, vámonos! —

—¿Continuamos cuando regresemos? —

Farel arrancó el auto, sin olvidar el beso que acababan de compartir.

—No puedo, tengo que trabajar cuando llegue a casa. —

—Diez minutos, no te tocaré, solo un beso. —

—Imposible. —

—Cinco minutos. —

—No...—

—Tres minutos, ni un segundo menos. —

Evrie—...—

Al llegar al Barrio El Magnético.

Apenas cruzó la puerta, Evrie fue acorralada contra la pared por él, quien la besó por tres minutos en sus brazos.

Hasta que el gato de abajo empezó a protestar con un maullido insatisfecho.

Evrie, con la respiración agitada, lo apartó.

—El gato tiene hambre, aliméntalo. —

Farel, todavía con ganas de más, lanzó una mirada de desdén al pequeño felino.

—No sabe cuándo irse. —

Evrie soltó una risa, pellizcando sus dedos.

—Tengo hambre también, hoy el tiempo apremia, necesito trabajar en el proyecto, ¿qué tal si pedimos comida a domicilio? —

La voz de Farel era cálida—Vete a tu estudio, yo lo alimento y luego te preparo algo. —

Los ojos de Evrie brillaron—Entonces te lo agradezco, Farel. —

—Prueba a llamarme de otra manera. —

—Gracias mi amor, ¡eres el mejor! —

Farel sonrió, conteniendo el deseo que brotaba en su interior, y le hizo un gesto con la mano.

—Ve a trabajar.—

Evrie se encaminó al estudio con un montón de documentos bajo el brazo.

Se apoyó en la mesa, desplegó los planos, y activó el video y las fotos en la computadora, investigando y ajustando la estrategia punto por punto.

Para un arquitecto.

No se debe renunciar hasta que se haya llegado al final del camino.

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