Receta para robarle el corazón al Dr. Farel romance Capítulo 578

—Marín quería reorganizar su entorno y encontrar un chivo expiatorio, por eso le pidió a Lemya que armara un escándalo, aprovechando la ocasión para sacar a Laurent de la ecuación. Esto no solo me complicaba la vida, sino que también usaba mi influencia para eliminar a sus rivales, matando dos pájaros de un tiro. —

Evrie frunció el ceño, estaba algo confundida.

—¿Pero no era Laurent su mano derecha?—

—La última vez en la cena, quemé su mano, y eso ya había causado una brecha entre ellos. Que acabara así era inevitable.—

—¿En la cena?— Evrie recordó aquel incidente desagradable, giró su cabeza hacia Farel, —¿Qué le hiciste?—

Farel tosió ligeramente. —Nada grave, solo le ayudé a lavarse las manos. Vamos a comer, tengo hambre.—

Evrie lo miró en silencio.

No era de extrañar que luego de ese día, la gente de Marín nunca más la molestara, incluso en ciertas ocasiones, se mantenían a distancia.

Resulta que él había intervenido en secreto.

Su corazón se suavizó y se acurrucó a su lado.

Farel bajó la vista y le dio un beso en la frente. —Ten cuidado estos días, Marín está planeando algo grande. Si no puedo estar ahí, debes protegerte por ti misma.—

Evrie asintió, sintiéndose aún algo confundida.

—¿No teme Marín que Laurent, al ser capturado, lo delate?—

—Las personas con debilidades solo mueren, no hablan.—

Evrie se quedó atónita por un momento.

Resulta que todos tienen sus puntos débiles.

Si tienes una debilidad, estarás limitado.

Evrie comprendió una vez más el significado de tener un punto débil.

Y entendió la situación de Farel hace cuatro años.

Antes de que ella pudiera decir nada, Farel disipó sus preocupaciones con un tono de voz despreocupado.

—No te preocupes, todavía no estamos en una situación tan desesperada y nunca lo estaremos.—

Evrie presionó sus labios y abrazó su cintura.

—No quiero ser tu debilidad, quiero ser tu armadura.—

—De acuerdo, mi tierna armadura. Ahora, comamos.—

Evrie se soltó de su abrazo y no pudo evitar reírse.

El viento comenzó a soplar afuera, las ráfagas eran potentes y las nubes se amontonaban.

Dentro de la habitación reinaba un ambiente acogedor, y el aroma de la comida llenaba el aire.

El gato dormía placenteramente en el sofá, la televisión transmitía las noticias esporádicamente y bajo la brillante lámpara del salón, Evrie estaba agachada en la alfombra, cambiándole el vendaje a Farel.

Después de ser instruida por Farel, sus movimientos eran excepcionalmente ágiles y precisos.

Desinfectar, aplicar el antiséptico, envolver con la gasa, todo lo hacía en un solo movimiento fluido.

—¿Qué tal? ¿No está mal mi técnica, verdad?—

Evrie estaba bastante satisfecha con su habilidad.

Farel, con una mano sosteniendo el botiquín y la otra tirando de ella hacia él, la atrajo hacia su pecho.

—Sí, eres inteligente, astuta, con una gran capacidad de aprendizaje.—

Diciendo esto, tomó su mano y la deslizó dentro de su camisa, tocando su cálido pecho.

—La noche es larga, ¿qué te parece si te enseño algo más?—

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