Reconquistando a Mi Encantadora Secretaria por Joana Del Río romance Capítulo 265

Capítulo 0265

Morgan frunció el ceño intensamente y encendió la lámpara de la mesita de noche.

La punta de la nariz de Cira estaba ligeramente roja debido a los estornudos consecutivos, y también se le habían formado lágrimas

en los ojos.

Bajo su mirada, ella estornudó una vez más.

Cualquier buen humor que Morgan pudiera tener desapareció. Se levantó de sobre ella y preguntó con voz grave: -¿Tienes frío?

Cira se sonó la nariz: -Quizás es porque tú, señor Vega, estás frío.

Morgan acababa de volver del frío penetrante de la madrugada

invernal.

Inconscientemente, se alejó un poco más de ella, observando su cuerpo acurrucado bajo las mantas, y frunció el ceño nuevamente: -¿ No te resulta incómodo dormir con jeans?

Cira pensó que aunque era incómodo, tenía que soportarlo. ¿Cómo iba a ponerse una bata de baño del hotel? Eso le facilitaría las

a él.

-No tengo otra ropa para cambiar, así que tengo que aguantar

Morgan desabrochó su camisa y la miró fijamente: -Tu ropa ta está en la maleta, ve a buscarla tú misma.

Cira se sorprendió: -¿Empacó ropa para mí?

Morgan sonrió con sarcasmo: -¿O prefieres usar mi ropa?

Cira no esperaba que él hubiera llevado ropa para ella.

as

+25 BONUS

Normalmente, cuando él viajaba o salía, era ella quien empacaba su equipaje… Ahora que él viajaba o salía, probablemente era la niñera quien empacaba, ¿no?

De todos modos, ella no creía que él lo hiciera personalmente.

Que él se dignara a pedir a la niñera que llevara su ropa ya era bastante amable.

Con serenidad, Cira dijo: -Principalmente pensaba que si uso la misma ropa varios días seguidos, también sería una mala imagen para el señor Vega.

-¿Tan considerada conmigo? -Morgan la miró, pareciendo

recuperar un poco de interés. Cira sacó otro pañuelo y se sonó la

nariz.

Morgan simplemente se dio la vuelta y regresó al dormitorio principal.

Cira escuchó atentamente los ruidos del otro lado. Cuando escuchó que la puerta del baño se cerraba con un clic, se levantó rápidamente de la cama y fue al dormitorio principal.

La maleta de Morgan, ya abierta en el suelo, contenía la mitad de su

ropa.

Tomó su ropa y regresó al dormitorio secundario, pero luego, pensándolo mejor, giró la llave para cerrar la puerta con llave.

Cira no se cambió de ropa de inmediato, sino que esperó en silenc

Escuchó a Morgan salir del baño después de ducharse, caminand por la habitación en pantuflas, y luego el sonido del secador de pelo Después de que el secador se apagó, contuvo la respiración.

Pasaron otros quince minutos antes de que todo quedara en silencio; Morgan probablemente también se había dormido.

Finalmente, Cira se permitió respirar y se dispuso a cambiarse de

+25 BONUS

ropa.

Cuando se quitó la blusa, de repente olió un perfume ligero pero. agradable, algo parecido al jazmín.

Ella se sintió extrañada y llevó la ropa a su nariz para olerla de nuevo.

El olor estaba en su ropa, pero no era suyo. ¿Dónde se había impregnado? No lo había notado antes… ¿Se lo había pasado Morgan?

Entonces, ¿de dónde lo había obtenido Morgan?

Cira solo podía estar segura de que la fragancia pertenecía a una mujer.

Probablemente a una mujer bastante inteligente y elegante.

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A la mañana siguiente, Cira se despertó debido al calor.

Inicialmente pensó que la calefacción de la mansión estaba

demasiado alta. ¡Se giró confundida hasta que sintió que alguien la sujetaba en sus brazos y abrió los ojos de golpe!

Entonces descubrió que Morgan la estaba abrazando. El hombre, a dormido, llevaba un albornoz ligeramente abierto en el cuello, y masculina presencia y calor envolvían a Cira.

Después de unos segundos de desconcierto, se sentó bruscamer

¿Cómo había entrado él?

¿No había cerrado la puerta con llave?

Morgan se despertó por su movimiento.

Frunció el ceño molesto por haber sido despertado: -¿Qué estás haciendo?

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Cira ya había entendido, esa suite era suya, por supuesto que tenía llaves de cada habitación y podía entrar fácilmente si quería.

No hizo preguntas, solo apretó los labios: -Voy a levantarme.

No tenía sentido discutir, él ya se sentía con derecho a hacer lo que quisiera con ella.

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