Capítulo 0289
Era Fermín.
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Cira frunció el ceño rápidamente, pero fue solo un destello que pronto volvió a la normalidad: -Señor García, buenos días.
-No está bien, el corazón del señor García está a punto de romperse.
Fermín estaba sentado en el sofá, con las piernas cruzadas, ya de por sí con una apariencia elegante y despreocupada. En este momento, una sonrisa se formó en la comisura de sus labios, pareciendo aún más como un playboy.
-Secretaria López, te he enviado flores tantas veces, nunca me has agradecido. Empiezo a sospechar si he enviado las flores al lugar equivocado. Hoy vine especialmente a echar un vistazo.
Él acusó: -Entonces, me enteré del personal de limpieza de la empresa que cada vez que las recibes, las arrojas a la papelera después de firmar. Estoy sufriendo tanto que incluso respirar se vuelve difícil.
Era verdad.
Desde que Cira se unió al grupo Sánchez, Fermín le enviaba flore todos los días, y eran flores caras, como tulipanes de colores llamativos y rosas blancas rociadas. Cada vez era un ramo grande y llamativo.
La primera vez, ella rechazó amablemente por teléfono, las
siguientes veces lo hizo por mensaje de texto, y desde la cuarta vez, simplemente las arrojaba a la basura después de recibirlas.
Además, lo hizo frente al chico que entregaba las flores. Ella creía
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que el chico seguramente le habría contado a él. Sabiendo esto y aún así continuando, no podía encontrar adjetivos para describirlo, solo sentía que este hombre era molesto.
Cira mantuvo la compostura y dijo: -Si el señor García quiere preguntar sobre esto, permítame decirle nuevamente, por favor, no envíe más. Las flores no son baratas, puede ahorrar ese dinero y donarlo a organizaciones benéficas.
Fermín bajó las piernas, apoyó los codos en las rodillas, sosteniendo su barbilla, tergiversando a propósito: -No te gustan las flores, ¿qué tal si te regalo otra cosa? ¿Pasteles? En tu nombre, ¿invitar a tu departamento a tomar algo por la tarde?
Cira respondió con calma: -Si el señor García planea hacer eso, llamaré a la policía, diciendo que me está acosando.
Fermín soltó una risa seca.
Osiel salió del salón de descanso, lanzó una mirada a Fermín y dijo: Venir a acosar a mi secretaria en mi empresa, el señor García realmente no me está mostrando respeto.
-Ay, no es para tanto, estoy cortejando a mi novia -Fermín curvó les labios. Hermosa dama, al lado del oeste, no te veo, despierto o dormido, solo pienso en ti.
Cira rechazó con dignidad: -El señor García me ha sobrevalorac Hay muchas chicas buenas en el mundo, el señor García no deberi preocuparse más por mí.
Pero Fermín no se dejó convencer: -Ahora mismo puedes no sentir nada por mí, pero quién sabe, si continúo persiguiéndote, podrías empezar a sentir algo. ¿Quién puede estar seguro de estas cosas?
Cira contuvo la respiración y optó por no responder, colocando los documentos sobre la mesa; -Señor Sánchez, este es el contrato que necesita firmar.
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Osiel dijo: -Haz que el asistente traiga dos tazas de café.
-Sí.
Después de que Cira se fue, Osiel abrió el archivo y, de manera directa, le dijo a su amigo un hecho -Cira, a mi hermano también le gusta ella. Llegó después de ti, así que tendrás que hacer cola.
Fermín arqueó una ceja, mostrando su desenfado: -No me gusta hacer cola. Prefiero cortar de raíz y ser el primero en llegar.
Se volvió un poco atrevido y sin vergüenza: -También puedo llamarte hermano. Hermano, esta noche hay un banquete en la familia Lirio. ¿ Puedes hacerle un favor a tu hermano?
El aspecto de Osiel era del tipo fuerte y serio, y en ese momento, con cejas fruncidas, estaba pensando en algo.
Una hora después, Cira fue llamada por Osiel y le asignó una tarea: representar a la familia Sánchez y asistir al banquete de cumplemés organizado por la familia Lirio en celebración de los gemelos.
Fermín sonrió con picardía: -Secretaria López, esta noche también voy a asistir al banquete de la familia Lirio. Vamos juntos, ¿qué te parece?
Cira parecía no tener el derecho de rechazar.
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